Liderazgo

Hace algunos días platicaba con el director general de una importante empresa industrial y se quejaba amargamente de la falta de liderazgo de sus gerentes, sin embargo cuando revisamos los resultados del cumplimiento de objetivos semestrales, se tenía un logro del 92%, cabe mencionar que los objetivos fueron fijados de común acuerdo entre la gerencia general y los gerentes en cuestión.

Al preguntarle sobre como consideraba que debería ser un líder, su definición fue la siguiente:

“El líder es aquel cuyo equipo lo sigue sin chistar, a dónde este diga y tienen una confianza ciega en él”

Con el debido respeto, me parece una idea romántica y que se parece más bien al caudillo de las historias épicas, que si queremos traerla a este siglo entonces quien debe cumplir esa definición debería corresponder al director general o de lo contrario se tendría un serio problema de organización.

Sin embargo no es la opinión exclusiva de este gerente, sino que corresponde a muchos otros gerentes y directores, por esta razón es que he decidido explicar lo que siempre, en forma particular, digo acerca de ser líder.

Empecemos por definir a tres tipos de líderes:

El líder emocional; al que se sigue por simpatía o afecto, nace así.
El líder funcional; al que se sigue por respeto o en el peor de los casos por miedo, normalmente se hace, aunque también puede ser nato.
El líder de los medios; al que por aparecer en los medios de comunicación masiva, generalmente se confía en él.

Cabe aclarar que no todos pueden ser líderes, por lo que esto ya supone un problema al momento de reclutar, pero todos somos perfectamente aptos para desarrollar una función eficaz y eficientemente.

El líder emocional es fácilmente detectable, nos sentimos atraídos hacia él e invariablemente existe una conexión de simpatía o afecto hacia este, por su edad, su forma de ser, tiene y ejerce un magnetismo que hace que se desee pertenecer a su equipo. No tiene que ver su preparación o conocimiento solo se confía en él. Este tipo de líder es menos común por que se nace así y no es garantía de éxito en una organización sino tiene la preparación necesaria.

Por lo que toca al líder funcional, también lo podemos llamar jerárquico, es el que se confía en este por sus conocimientos o dominio de un tema, es el que en forma natural debería ocupar los puestos de jefatura, supervisión, gerencia, etc. (de aquí el nombre jerárquico), cuando se abusa de este tipo de liderazgo se le sigue por miedo (al regaño, al castigo, a perder el empleo, etc.), por que no se tiene opción, ya que es el jefe.

Cuando el líder funcional es seguido por respeto se puede garantizar un ambiente de trabajo y cordial, amén del logro de objetivos, aunque también se pueden tener buenos resultados cuando es seguido por el medio, el desgaste que se sufre en el personal y en la organización debido al mal ambiente de trabajo a la larga cobra la factura.

Finalmente se tiene a quién por tener un escaparate en los medios de comunicación masivos, es seguido por aspiración, estos son los artistas, deportistas, periodistas, etc. El encanto que este tiene se debe a su exposición a aparición constante en medios, pero no garantiza que pueda ser un buen guía o dirigente.

Al ocupar un puesto de responsabilidad sobre otras personas, debemos aprender a ser líderes funcionales, ya que esto es un hábito adquirido, sin embargo la combinación de líder emocional y funcional, garantiza el logro de los objetivos, pero estos son los menos.

Debido a que no todos pueden ser jefes, supervisores, gerentes, etc. al liderazgo que se ejerce desde su propia posición sin tener subordinados se le llama “empowerment” (que será tema de otro blog)

El líder funcional lo podemos dividir en varios tipos, pero de esto hablaré en otra ocasión.

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