Ansiedad y aislamiento después de 12 horas laborales, síntoma de adicción al trabajo

Científicos españoles presentaron ayer una nueva herramienta de diagnóstico para medir la adicción al trabajo. El nuevo cuestionario, llamado DUWAS, soluciona dos de los problemas de validación que tenían las anteriores pruebas para medir la adicción al trabajo, elaboradas en Alemania y Estados Unidos, WorkBat y WART.


Según la nueva herramienta, dada a conocer por la Universidad de Jaume, en Valencia, una persona debe ser considerada adicta al trabajo si dedica más de 12 horas al día a su actividad laboral, pero sobre todo si cuando ha dejado de trabajar desarrolla síntomas de ansiedad y falta de motivación para acudir a actividades sociales.


La línea donde un trabajador dedicado se acerca a la adicción al trabajo, aparece cuando se labora más de 50 horas en una semana de cinco días, por ejemplo de lunes a viernes. El estudio fue publicado en la revista española Psicothema y avalado por la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS).


Cuando los especialistas aplicaron la nueva herramienta de diagnóstico a un conjunto de españoles, identificaron que al menos el 12 por ciento dedica más de 12 horas diarias de su día al trabajo.


“La adicción al trabajo es un problema psicosocial que se caracteriza por dos aspectos: trabajar obsesivamente y trabajar compulsivamente”, argumentó Mario del Líbano, investigador principal de este estudio, desarrollado en la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad de Jaume.


El nuevo método de diagnóstico fue publicado el pasado lunes y difundido el martes en Estados Unidos por la Asociación Americana para el avance de la ciencia (AAAS, por sus siglas en inglés).


Entre los especialistas en psiquiatría que revisaron la nueva herramienta, uno de los datos que llamó más la atención es la estructura bi-factorial de la adicción al trabajo. En sus resultados no sólo se observan los estados de ansiedad que desarrollan las personas adictas al trabajo cuando no están en su actividad laboral, también se investiga qué tanto bienestar y sensación de felicidad pueden desarrollar las personas cuyas calificaciones los identifican como adictos al trabajo.


“Trabajar mucho no significa que uno sea workoholic o adicto al trabajo. El síndrome se presenta en realidad cuando las personas empiezan a experimentar sentimientos característicos de la ansiedad o graves sentimientos de culpa, por el simple hecho de no estar trabajando”, explicó el doctor Del Líbano.


AISLAMIENTO SOCIAL. La nueva herramienta no sólo mide la ansiedad que acompaña a los adictos al trabajo cuando se apartan de su fuente laboral, también mide un aspecto que se sabía que estaba relacionado pero no se había medido: el rechazo a participar en actividades sociales.


Se encontró una relación directa entre necesidad patológica de trabajar y aislamiento social.


“Las personas que se sienten muy satisfechas cuando todos los sistemas de su compañía marchan bien tienen muchísimas dificultades para interactuar en grupos sociales y quizá por la misma causa lo evitan”, explica la presentación de la nueva batería de cuestionarios DUWAS.


La nueva escala ha sido diseñada a partir de las críticas que se habían hecho a las dos herramientas disponibles hasta ahora, llamadas Workbat (Workaholism Battery) y WART (Work Addiction Risk Test).

 

Los datos de la incidencia mundial de adicción al trabajo cambian de un estudio a otro, pero en países como Japón se ha diagnosticado hasta en 20 por ciento de la población en económicamente activa. En España se ha sondeado entre el 11.3 por ciento y 12 por ciento de la población.


La Organización Internacional del Trabajo (OIT) dice que 8 por ciento de la población económicamente activa dedica más de 12 horas diarias al trabajo, en jornadas de 5 o 6 días. De acuerdo con el mismo cuestionario, si las personas trabajan más de 50 horas en cinco días, están en riesgo de desarrollar adicción al trabajo.

 

Fuente: http://www.cronica.com.mx/nota.php?id_nota=496357

La adicción al trabajo no beneficia a nadie

El 8% de la población activa española dedica más de 12 horas al día a su profesión para huir de sus problemas personales.

 

Hay personas que creen que el trabajo es lo más importante. Que todo lo demás es secundario, incluso su propia familia. Pero se equivocan. Los expertos en psicología laboral señalan que los llamados workaholics "son víctimas de su propia percepción de la realidad, que se retroalimenta a través de su inconsciente adicción al trabajo". Ahora mismo, el 8% de la población activa española dedica más de 12 horas al día a su profesión para huir de sus problemas personales, según un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Muchos de ellos acaban sufriendo un infarto.

 

Disfrutar del trabajo y estar comprometido con la empresa es una cosa. Ser adicto a todo ello, otra bien distinta. En opinión de los expertos en psicología laboral, lo que marca la diferencia entre estas dos formas de vivir una profesión es "la manera en la que uno se siente cuando está en la oficina, así como la razón que le mueve a dedicar más horas y energía de las que debería". Las respuestas a estos interrogantes residen en el interior de cada uno, añaden estos especialistas.

 

Entre los síntomas que acompañan a los llamados workaholics destaca, en primer lugar, que la ocupación profesional es lo que más les importa. De hecho, en los casos más extremos, es lo único que aparentemente les satisface en sus vidas. La familia, los amigos y el deporte son secundarios e incluso terciarios.

 

Para justificar sus constantes ausencias, "estas personas suelen estar permanentemente conectados con su quehacer laboral, de manera que no les quede tiempo para nada más", sostiene el psicólogo Iñaki Piñuel, socio de la consultora Mobbing Research, especializada en prevención de riesgos psicosociales.

 

Otra característica típica de estos adictos es que "se sienten culpables cuando no están trabajando", subraya Piñuel. "El tener que regresar a sus hogares por la noche les incomoda y ya no digamos cuando se van con la familia de vacaciones", añade. Eso sí, al no poder pensar en otra cosa, suelen llevar consigo ordenadores portátiles, que les ayudan a saciar el mono. "Las horas dedicadas a descansar o a divertirse a menudo les parecen ridículas, una auténtica pérdida de tiempo", detalla Piñuel.

 

Y así, poco a poco, los adictos al trabajo van perdiendo todas sus relaciones sociales. "Lo que les acaba uniendo a otras personas es el mero interés profesional, que los mantiene constantemente al margen de sus verdaderos sentimientos", explica este psicólogo, profesor de la Universidad de Alcalá de Henares.

 

En todo este proceso, debido a que los workaholics están tan centrados en los problemas derivados de su actividad profesional, "a menudo pierden toda conciencia de lo que les sucede por dentro", señala Gonzalo Martínez de Miguel, director general del Instituto de Formación Avanzada, que cuenta con cursos especializados en desarrollo personal y profesional para trabajadores. "De forma inconsciente, anulan todo lo que sienten para que no les estorbe en su camino hacia el éxito", señala Martínez de Miguel.

 

Ataques al corazón

 

Finalmente, después de varios años de padecer estrés, fatiga y ansiedad crónicas, los workaholics terminan sintiéndose separados de todo lo que les rodea, incluso de sí mismos. "Esta desconcertante sensación, sumada al deterioro de su salud, puede desencadenar en ellos un estado de profunda depresión, e incluso provocarles un ataque al corazón", afirma Martínez de Miguel. Debido al deterioro de la salud de estos trabajadores compulsivos, "las empresas que los apoyan finalmente terminan resintiéndose", concluye Martínez de Miguel. Hasta que se recuperan del todo, suelen causar baja varios meses.

 

Detrás de esta adicción, "la más respetada por el sistema de mercado en la que el hombre moderno se está desarrollando", se esconde un determinado tipo de personalidad, cuyo miedo más característico es el de "no tener ningún valor aparte de sus logros", explica Juan Carlos Cubeiro, director de la consultora Eurotalent, especializada en desarrollo estratégico y directivo para la mejora cualitativa de las organizaciones.

 

"Suelen ser personas con muy poca autoestima, que asocian el valor de una persona con su éxito profesional", sostiene Cubeiro, que ha tratado con profesionales de este tipo. Así, "se vuelven cada vez más competitivos y preocupados por la imagen que proyectan de sí mismos", añade. En este sentido, "el motor que les mueve a trabajar cada vez más es el temor de que sus proyectos profesionales fracasen y de no valer nada para los demás".

 

En busca del equilibrio

 

Para hacer frente a esta patología, los especialistas recomiendan a los adictos que traten de encontrar un equilibrio entre su actividad profesional y su vida personal. Pero no es nada fácil. "La primera trampa con la que se encuentran los workaholics es superar parte del condicionamiento sociocultural recibido durante su infancia y primera juventud", explica Ernesto Poveda, socio director de la consultora de Recursos Humanos ICSA.

 

Desde la década de los setenta hasta la actualidad, "la gran mayoría de la sociedad ha sobrevalorado el papel del trabajo en la vida de las personas", lamenta Poveda. "Con la malsana justificación de que queremos que nuestros seres queridos tengan de todo, caemos en la trampa de negarles lo más importante, nuestra propia persona, nuestra compañía y nuestro cariño", explica Poveda, que reconoce que en un momento de su vida padeció este tipo de adicción.

 

Pero hay salida al final del túnel. A juicio de Cubeiro, "en el momento que estas personas dejan de creer que su valía depende de la buena consideración de los demás, de los frutos cosechados por medio de su profesión, comienzan a ser más auténticos en sus actuaciones y a dejarse dirigir por las sensaciones que experimentan en su interior". Liberados, "comprenden que hay vida más allá del trabajo", concluye.

 

Morir trabajando

 

Japón es uno de los países desarrollados donde la cultura del trabajo ha calado más hondo. Tanto es así que incluso cuentan con la palabra karoshi, que significa "morir por sobreesfuerzo en el trabajo". Estas muertes son provocadas por un ataque repentino de corazón, "precedido por un prolongado periodo de estrés y tensión", explica el psicólogo Iñaki Piñuel.

 

El término karoshi empezó a utilizarse en la década de los ochenta, cuando se produjo un boom de muertes asociadas a la adicción al trabajo. En la mayoría de los casos, "los ataques cardiacos se produjeron en las mismas oficinas donde los empleados literalmente se estaban dejando la piel", explica Piñuel.

 

En 1987, el Gobierno japonés empezó a publicar una estadística oficial de karoshi, cuyo objetivo era "concienciar a las empresas y a sus empleados sobre la locura que supone situar el trabajo por encima de la propia vida humana", relata Piñuel. En 2003, los japoneses trabajaron una media de 1.801 horas al año, sólo una más que los españoles, según un estudio de la OCDE.

 

El 80% de las empresas premian los excesos

 

"Como en cualquier otra adicción, la responsabilidad última recae sobre el propio adicto, que suele negar los síntomas hasta que su situación se vuelve insoportable", explica Gonzalo Martínez de Miguel, director general del Instituto de Formación Avanzada (Infova).

 

Sin embargo, "el papel que juega la compañía durante este proceso de adicción puede agravar la enfermedad o ser el primer paso para su curación", añade el psicólogo Iñaki Piñuel, socio de la consultora Mobbing Research. "Todo depende de la calidad de su cultura empresarial, de los valores y actitudes que fomente entre sus empleados", apunta.

 

Lo cierto es que ocho de cada diez empresas en España premian inconscientemente la adicción al trabajo de sus empleados, despreocupándose de si dicha actividad va en contra de su deterioro físico y psíquico, según varias encuestas realizadas el año pasado por distintas consultoras de Recursos Humanos. "Son las llamadas empresas tóxicas", concluye Piñuel, "que creen equivocadamente que el rendimiento excesivo de sus plantillas puede durar eternamente".

 

Aunque los workaholics suelen exigirse mucho más a sí mismos de lo que la empresa les obliga, limitar la duración de la jornada laboral puede ayudarles a enfrentarse a su adicción. En opinión de Ignacio Buqueras, presidente de la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles, "está más que demostrado que las jornadas excesivamente largas no están directamente relacionadas con la mejora de la productividad". E incluso "muchas desencadenan todo lo contrario", señala Buqueras, autor de Tiempo al tiempo (Planeta). "Lo que sí mejora la eficiencia es establecer la dirección por objetivos", afirma, "en la que cada empleado se responsabiliza de sus propias funciones, sin tener tan en cuenta las horas trabajadas".

 

Algunas multinacionales extranjeras cuentan con estrictas políticas de luces apagadas, que obligan a los trabajadores a salir de la oficina a una hora determinada, que suele ser entre las 17.30 y las 19.30. De esta manera, "los adictos dejan de encontrar excusas en la empresa para escapar de sí mismos, y pueden tener más oportunidades para plantearse su verdadero problema: su relación consigo mismos y con el rumbo que han tomado sus vidas", concluye Martínez de Miguel.

 

Fuente: http://www.elpais.com/articulo/carreras/capital/humano/adiccion/trabajo/beneficia/nadie/elpepueconeg/20070128elpnegser_9/Tes

¿Adicto al trabajo?, propenso al estrés

Los primeros síntomas de la enfermedad son: irritabilidad, ansiedad, insomnio y dolor de cabeza; para evitarla se recomienda tomar breves espacios de ‘distracción’ en el trabajo.

 

La adicción al trabajo afecta el rendimiento personal y por ende, el de la empresa donde se labora, además que las personas que manifiestan esta actitud tienen mayor riesgo de caer en un cuadro de estrés.  

 

Ante tal situación, la comunidad laboral internacional Trabajando.com ofrece algunas recomendaciones para evitar esta enfermedad que cada vez es más común y bastante compleja.  

 

La directora de Trabajando.com México, Margarita Chico, dijo que "si bien cada ser humano es responsable de custodiar su seguridad y salud laboral, también es importante que las empresas y los jefes contribuyan a disminuir los niveles de estrés en el trabajo".

 

Agregó que una de estas medidas podría ser coordinar actividades recreativas que fomenten la relajación y el buen clima laboral; en segundo lugar, impulsar a que los trabajadores busquen breves espacios para hacer una pausa, respirar y distraerse un poco.   Trabajando.com destaca que el estrés dentro del trabajo puede generarse por factores externos e internos, los primeros tienen que ver con agentes como ruidos molestos, exceso en cargas de trabajo, el frío, la poca luminosidad, espacios demasiado pequeños, entre otros.   

 

Los internos tienen que ver con los aspectos que determinan a una persona, por ejemplo la poca tolerancia a la frustración, excesiva auto exigencia, la dificultad de organización.  

 

Esta enfermedad es bastante compleja y lo es más aún para aquellas personalidades que tienen mayor riesgo de caer en un cuadro de estrés, principalmente el "workoholic" o adicto al trabajo; "esta actitud afecta el rendimiento personal y por ende, al de la organización, pero también se extrapola a lo personal y familiar".  

 

Por ello es de vital importancia manejar y controlar a tiempo los primeros síntomas de esta patología, como la irritabilidad, ansiedad, insomnio, dolores de cabeza, entre otros, a fin de evitar severos daños posteriores tanto físicos como psicológicos.   

 

Para evitar el estrés laboral lo primero que hay que hacer es enfocarse en el trabajo y deliberar por dónde se va a empezar, dividiendo las tareas en inmediatas, urgentes y normales; organizar un calendario y las metas a obtener, sin abordar muchas cosas a la vez "no te sobre exijas y si puedes, delega o pide ayuda en los temas que puedan ser trabajados por un tercero. Esto ciertamente te ayudará a manejar y controlar las situaciones estresantes", apuntó.  

 

Por otro lado, es importante aprender a manejar un horario y dividir el día; tomarse unos minutos de descanso para respirar y mover brazos y piernas. Si trabajas la mayor parte del tiempo sentado, deja algunos intervalos para ir por un café, un vaso de agua o algún snack que te ayudarán a mejorar la concentración y el rendimiento.  

 

Siempre es bueno distraerse, por tanto hay que intentar realizar actividades fuera del horario de oficina, hacer deporte, reunirse con amigos o buscar panoramas que ayuden a salir de la rutina y del exceso de trabajo, puntualizó.

 

Fuente:

http://www.cnnexpansion.com/actualidad/2009/11/18/adicto-al-trabajo-propenso-al-estres

"Curroalcohólicos": jefes adictos al trabajo

La universidad Jaume I ha realizado un estudio que afirma que el 12% de la población tiene adicción al trabajo, obsesión patológica que se puede comprobar en todos aquellos que trabajan más de 50 horas semanales, como rasgo primordial.

 

Esta cifra se rebaja desde las 12 horas diarias que se consideraban como adicción laboral por parte de la Organización Internacional del Trabajo. Con vuestro permiso, me voy a permitir traducir libremente “workaholism”, como término que define esta psicopatía por “curroalcohólicos”, como aquellas personas que tienen una adicción al trabajo. Estos adictos laborales, además de la faceta horaria, presentan estos rasgos característicos de la adicción al trabajo:

Desempeño compulsivo de las funciones encomendadas o autoimpuestas

Falta de delagación de funciones dentro de la cadena de mando

Hiperactividad en el campo laboral

Falta de vida personal; no existe vida más allá del propio trabajo


Este cuadro es muy propicio que se presente dentro de emprendedores y empresarios, acuciado además por la necesidad de funcionamiento económico de la empresa puesta en marcha y de las responsabilidades adquiridas. En este perfil, miro a mi alrededor y puedo identificar perfectamente a varios empresarios y colaboradores con una grave psicopatía reflejada en estos síntomas.

 

Este perfil de “curroalcohólicos” tiene consecuencias negativas para las relaciones laborales, tanto dentro del propio ecosistema empresarial como fuera de la empresa. Por ejemplo, dentro de los jefes curroalcohólicos, destacan las actitudes como:

 

  • Invasiones de la intimidad personal, familiar y nula puesta en práctica de políticas de conciliación
  • Incomprensión de situaciones anómalas como bajas por enfermedad, accidentes o cualquier otra situación que haga que nos ausentemos del trabajo.
  • Eliminación sistemática de los periodos de vacaciones, prefiriendo retribuirlas ampliamente y aunque económicamente sea peor para la empresa.
  • Necesidad material de contar con el personal durante largos periodos de tiempo, alargando indefinidamente la jornada laboral.
  • No existe tema de conversación paralelo que no pivote alrededor de la empresa, la economía, los clientes, el producto o el tipo de papel que se ha seleccionado para las facturas.

En definitiva, este perfil profesional es el peor que existe para la propia empresa porque tanta presión psicológica sobre el resto de elementos con los que interactuan con la empresa sólo consiguen disminuir la productividad al abusar del tiempo, desmotivar a la plantilla en periodos muy breves, aplicar a la máxima expresión el síndrome del proveedor quemado y terminan sintiéndose tan solos que sólo les queda la empresa como refugio de sus psicopatías agudas. Tened cuidado con el abuso del trabajo y planificad unas buenas vacaciones.

 

Fuente:

http://www.pymesyautonomos.com/management/curroalcoholicos-jefes-adictos-al-trabajo

¿Se puede cuantificar la adicción al trabajo?

Investigadores de la Universidad Jaume I han confirmado la utilidad de la escala DUWAS para medir la adicción al trabajo, un trastorno que actualmente afecta en España en torno al 12% de las personas trabajadoras. "La adicción al trabajo se entiende como un daño psicosocial caracterizado por dos dimensiones principales: el trabajo excesivo y el trabajo compulsivo", explica Mario Del Líbano, autor principal del artículo, publicado en la revista española Psicothema.


La Organización Internacional del Trabajo (OIT) afirma que el 8% de la población activa dedica más de 12 horas al día a su profesión. Pero según Del Líbano, "sólo se es adicto al trabajo si además de trabajar excesivamente, se trabaja de forma compulsiva para calmar la ansiedad y los sentimientos de culpa que producen en la persona el hecho de no trabajar", comenta Del Líbano.


La adicción al trabajo se caracteriza por la extrema actividad y dedicación laboral (trabajan fuera de hora, fines de semana o vacaciones), la compulsión en el trabajo (incapacidad para delegar tareas), una implicación laboral desproporcionada (autovaloración centrada en el trabajo), y un deterioro de la vida cotidiana. La escala DUWAS se basa en veinte afirmaciones que el trabajador debe puntuar de 1 a 5, entre las que se incluyen algunas como "Siento que hay algo dentro de mí que me impulsa a trabajar duro" o "Me siento culpable cuando tengo un día libre en el trabajo".


Entre los factores de riesgo que conducen a esta adicción figuran las presiones económicas, familiares y sociales; el temor a perder el trabajo; la competitividad del mercado laboral; la necesidad de conseguir el éxito deseado; el temor a los jefes prepotentes, exigentes y amenazantes; los elevados niveles de autoeficacia laboral y la carencia de afectos personales que se intentan suplir con el trabajo.

 

Fuente:

http://www.muyinteresante.es/ise-puede-cuantificar-la-adiccion-al-trabajo

Otros riesgos psicosociales en el trabajo

Adicción al trabajo

 

Introducción

 

Muchas personas entran en contacto con diversas sustancias químicas para una búsqueda de sensaciones, como una alternativa al estrés o por otros problemas y se dice que son adictos a drogas o tóxicos. Pero también se viene advirtiendo que una cantidad de trabajadores cada vez mayor, desarrolla un tipo de adicción sin sustancia, que se ha denominado adicción al trabajo.

 

Ser trabajador es una virtud, pero serlo en exceso y tener un elevado compromiso con la empresa puede dar lugar a la adicción al trabajo y por tanto, a un riesgo psicosocial. Para los adictos el valor del trabajo es superior a las relaciones con compañeros, amigos y familiares. Esta obsesión por asumir más y más tareas, genera conflictos entre los trabajadores y en la organización (Del Libano y otros, 2006).

 

Una particularidad de la adicción al trabajo que la diferencia de otras adicciones es que se alaba y recompensa a la gente por trabajar en exceso, esto casi nunca sucede con otras adicciones (Fassel, 2000).

 

El término inglés que define la adicción al trabajo es workaholism que vincula el concepto de trabajo con el alcoholismo, relacionándolo, por tanto, con una drogodependencia.

 

Epidemiología

 

La adicción al trabajo que afectaba principalmente a los hombres, en los últimos años se ha extendido entre las mujeres y se calcula que más del 20% de la población trabajadora mundial presenta esta adicción.

 

En España se estima que sufre adicción al trabajo el 10% de la población; otros han señalado que la adicción al trabajo incide en el 11,3 % de los trabajadores (Sánchez Pardo, Navarro Botella y Valderrama Zurián, 2004), y la OIT afirma que el 8% de la población activa española dedica más de 12 horas al día a su profesión para huir de sus problemas personales y muchos de ellos acaban sufriendo enfermedades cardiovasculares.

Concepto

 

La adicción al trabajo que apareció en 1968, cuando un profesor americano de religión, Oates, lo utilizó para referirse a su propio trabajo y lo comparó con el alcoholismo. Más tarde, Oates definió workaholism como una necesidad excesiva e incontrolable de trabajar incesantemente, que afecta a la salud, a la felicidad y a las relaciones de la persona.

La adicción al trabajo se compone de diversas dimensiones (Flowers y Robinson, 2002) como:

  1.  
  2. Tendencias compulsivas relacionadas con el trabajo duro y con dificultades para relajarse después de trabajar.
  3.  
  4. Necesidad de tener el control, ya que el trabajador se siente incómodo cuando tiene que esperar o cuando las cosas no se hacen a su manera y escapan a su control.
  5.  
  6. Comunicación relación interpersonal deficiente, es más importante lo que hace el propio trabajador que las relaciones con los demás.
  7.  
  8. Incapacidad para delegar tareas entre los subordinados y a trabajar en equipo.
  9. Autovaloración centrada en el trabajo, ya que se da mayor valor a los resultados del trabajo realizado, que al proceso mediante el cual se han conseguido esos resultados.

 

El adicto al trabajo o laboradicto es aquel que dedica más tiempo al trabajo de lo que es exigido por las circunstancias. Pero además, no sólo es una cuestión cuantitativa de horas de dedicación, sino cualitativa, aquellas personas que hacen del trabajo el núcleo central de su vida, hasta el punto de desdeñar otras actividades y de no ser capaces de tener otros intereses. Los workaholics no son capaces de tomarse tiempo libre porque en seguida la falta de actividades les genera insatisfacción y agobio.

 

Por tanto, para el laboradicto el trabajo es el único objeto de su vida, ya que muestra desinterés por otros ámbitos que no sea su trabajo y porque es incapaz de dejar de trabajar.

En la adicción al trabajo se pueden encontrar los siguientes parámetros (Fuertes Rocañín, 2004):

  •  
  • Se produce cuando la actividad se convierte en una idea obsesiva, ocupando la mayor parte de la vida del trabajador.
  •  
  • Habitualmente no es reconocida por el trabajador, siendo la familia quien lo detecta, debido al exceso de tiempo que dedica al trabajo y que resta a la familia, y ésta acaba creando un tipo de vida al margen del adicto.

 

La adicción al trabajo se caracteriza por la extrema actitud laboral (trabajan fuera de hora, fines de semana o en vacaciones), por la dedicación excesiva en tiempo (hay una pérdida del control sobre el tiempo empleado en el trabajo), por la compulsión y esfuerzo en el trabajo, por el desinterés hacia otras actividades fuera de lo laboral, por una implicación laboral desproporcionada, y por un deterioro de la vida cotidiana (familiar y social).

 

Aunque no existe una definición común sobre la adicción al trabajo, se podría decir que el adicto al trabajo es aquel trabajador que dedica de una gran parte del tiempo a las actividades laborales con consecuencias negativas a nivel familiar, social y de ocio, que piensa constantemente en el trabajo cuando no se está trabajando y que trabaja más allá de lo que razonablemente se espera (Scott, Moore y Micelli, 1997) y que trabaja un mayor número de horas que los trabajadores normales, ya que le satisface el trabajo en sí mismo (Machlowitz, 1980).

Factores de riesgo

 

Entre los factores de riesgo que conducen a esta adicción se pueden señalar:

  •  
  • Las presiones económicas familiares.
  • El temor a perder el trabajo.
  • La enorme competitividad que existe en el mercado laboral, en donde es más valorado el que lo deja todo por el trabajo, que el que cumple sólo con su horario.
  • La fuerte necesidad de conseguir el éxito y el puesto deseado.
  • La incapacidad para negarse ante un jefe sobre peticiones que pueden bien posponerse para el día siguiente.
  • El temor a los jefes prepotentes, exigentes y que amenazan constantemente al trabajador con perder su empleo.
  • La falta de organización, que permite la acumulación y sobresaturación del trabajo.
  • El ambiente familiar problemático que hace que el trabajador no quiera llegar a casa.
  • La ambición excesiva por el poder, el dinero y el prestigio.
  • La incapacidad para establecer prioridades.
  • La falta de afectos personales que se suplen con el trabajo.
  • La educación familiar que impone a los hombres el cumplir con el rol de proveedor de su familia.
  • La presión de muchas mujeres cuya meta es solamente el sacar adelante a los hijos.
  • La presión de la sociedad para que los hijos sean independientes.

Las demandas denominadas retadoras (challenge stressors) y las demandas obstáculos (hindrance stressors), que pueden tener efectos positivos sobre el desempeño y la motivación laboral, pueden también convertirse en potenciadotas de la adicción al trabajo (Del Líbano y otros, 2006).

Tipología

 

Las personas adictas al trabajo tienen algunos rasgos comunes como:

  1.  
  2. La necesidad de reconocimiento social de su trabajo.
  3. Son perfeccionistas y con baja autoestima. No les gusta trabajar en equipo, prefieren trabajar solos.
  4. Anhelan tener poder aunque su motivación no es sólo esa. La mayoría de los adictos al trabajo son personas con un puesto de responsabilidad y con posibilidades de ascenso. Pero, también los hay que no tienen un cargo de gran nivel ni oportunidades para mejorar o cambiar de situación. En general, podemos decir que utilizan el trabajo como refugio para escapar de otros problemas.
  5. Son narcisistas, cuando alcanzan puestos con poder se deshumanizan, no tienen en cuenta los sentimientos de los demás o el compañerismo a la hora de trabajar y esperan que sus subordinados cumplan un horario laboral similar al de ellos.
  6.  
  7. Son muy exigentes con ellos mismos y con los demás. Además las características más destacables de los adictos son:
    •  
    • Sentir preocupaciones agobiantes durante el fin de semana.
    • Ser incapaz para tomarse vacaciones o descansar.
    • Sentir la imposibilidad de abandonar al final de la jornada un trabajo inacabado.
    • Ponerse nuevos trabajos para realizar en los periodos de descanso.
    • Ser incapaz de rechazar ofertas de trabajo adicional.
    • Experimentar que el tiempo pasa muy rápido cuando se trabaja.
    • Ser exigente y competitivo en cualquier actividad.
    • Mirar impaciente el reloj.
    • Ser acusado por los familiares y amigos de que dedica más tiempo al trabajo que a ellos.
    • Experimentar cansancio e irritabilidad si no se trabaja durante los fines de semana.
    • Quedarse el último en la empresa.
    • No delegar y realizar o supervisar todo personalmente.
    • Limitar las lecturas a temas laborales.
    • Tener problemas para relajarse.
    • Trabajar con tensión.
    • Comunicarse mejor en la empresa que fuera de ella.
    • Distanciarse afectiva y socialmente.
    • Tener sentimiento de culpabilidad.
    • Tener un nivel de ansiedad elevado.
    • Tener necesidad de admiración y obediencia de los demás.
    • Carecer de motivación económica.
    • Ser incapaz para desconectar de su actividad laboral.

 

Por ello, no sólo la variable tiempo, aunque algunos han señalado que dedicar más de 50 horas a la semana al trabajo, puede determinar la adicción. Aunque muchos profesionales estarían incluidos dentro de la adicción; ya que hay que tener en cuenta que hay gente que disfruta con su trabajo, que se halla muy motivada con él y que pese a eso mantiene un equilibrio entre el trabajo, la familia y el ocio y tiempo libre. Por eso hay que matizar muy bien si una persona es o no adicta al trabajo, cosa difícil en función de la investigación actual (Llaneza Álvarez, 2002).

 

Fassel (2000) afirma que la diferencia entre la adicción al trabajo y trabajar mucho reside en que el adicto está desprovisto de un regulador interno que dice cuándo tiene el trabajador que parar.

 

Naughton (1987) distingue cuatro tipos de adictos al trabajo orientados hacia dos tipos de comportamientos como el obsesivo-compulsivo y la dedicación excesiva o no:

  •  
  • El fuertemente comprometido (puntúa bajo en obsesión-compulsión; dedica muchas horas al trabajo, con mucha motivación por los objetivos; asume los desafíos; está muy satisfecho con su trabajo y le presta poca atención a las demás cosas).
  •  
  • El adicto al trabajo compulsivo (alta puntuación en dedicación y obsesión; suele tener dificultades para relacionarse con los compañeros y subordinados; son personas muy impacientes, llenas de manías o pautas, entienden que las actividades sociales y familiares son un enojo y no tienen adecuación entre el puesto que ocupan y las horas que dedican a su trabajo).
  •  
  • El compulsivo no adicto al trabajo (baja puntuación en dedicación y alta obsesión; considera el trabajo como algo que hay que llevar a cabo pero se compromete de manera obsesiva con actividades fuera del trabajo (hobbies, deportes, etc.)).
  •  
  • No adicto al trabajo (baja puntuación en las dos variables; no busca el logro personal a través del trabajo, se desentiende de él cuando acaba su jornada establecida; su motivación la encuentra fuera del trabajo).

 

Por otro lado, Scott, Moore y Miceli (1997) han propuesto tres tipos de patrones del comportamiento en la adicción al trabajo:

  •  
  • El compulsivo-dependiente (se relaciona positivamente con niveles altos de ansiedad y con problemas físicos y psicológicos y negativamente con la satisfacción laboral y vital).
  •  
  • El perfeccionista obsesivo-compulsivo (se relaciona positivamente con niveles de tensión, con problemas físicos y psicológicos, con relaciones interpersonales hostiles y con la satisfacción profesional).
  •  
  • El orientado a logros (se relaciona positivamente con la salud física y psicológica, con comportamientos proactivos socialmente y con la satisfacción laboral y vital.
  •  
  • También habría que señalar a los “pseudoadictos” que no sufren adicción al trabajo, pero llevan un ritmo laboral muy alto, y utilizan el trabajo para escalar puestos y conseguir mejoras económicas y sociales. El problema es que este tipo de conductas pueden pasar a la adicción con suma facilidad y sin ser percibido por el propio individuo (Fuertes Rocañín, 2004).

 

Quizás en esta tipología pueda incluirse lo que se viene denominado “síndrome del ejecutivo” padecido por gente ambiciosa y perfeccionista, pero triste y aburrida. Estos trabajadores tienen mucha pereza a la hora de irse de vacaciones, por lo que no las planean hasta el último momento y cuando salen, necesitan una gran actividad para olvidarse del trabajo, con lo cual, en vez de descansar se estresan todavía más.

Consecuencias de la adicción al trabajo

 

La adicción al trabajo genera consecuencias negativas en la vida familiar, ya que conduce al aislamiento, al divorcio y a la destrucción de la convivencia familiar.

También pueden desarrollar problemas de salud como enfermedades cardiovasculares, gástricas, hipertensión, musculares y ansiedad.

Además pueden consumir sustancias tóxicas para aumentar el rendimiento laboral y superar el cansancio y la necesidad de dormir.

Prevención e intervención

 

Todo trabajador tiene que tener en cuenta que:

    •  
    • Hay una gran cantidad de cosas para disfrutar, no sólo el trabajo.
    • En las tareas laborales es importante y necesario delegar.
    • La jornada laboral es de ocho horas.
    • El trabajo para realizar en casa debe ser la excepción.

Además, el abordaje psicoterapéutico de la adicción al trabajo deberá realizarse con el mismo esquema que cualquier otra adicción, para recobrar el equilibrio laboral y personal en su vida.

Evaluación de la adicción al trabajo

 

Para llevar a cabo la evaluación se emplearán entrevistas semiestructuradas al trabajador, a los compañeros, a los subordinados y a los superiores, con técnicas exploratorias, de escucha activa, que permita la clarificación, la racionalización y la reformulación y la confrontación. También se puede utilizar el Test de Riesgo de Adicción al Trabajo (Work Addiction Risk Test) (Anexo 20) y orientar hacia un abordaje psicoterapéutico.

 

Además es conveniente realizar:

  •  
  • La anamnesis sociolaboral y datos de filiación (sexo, edad, antigüedad en la empresa y empresas anteriores).
  • El análisis de las condiciones psicosociales del puesto de trabajo.
  • La descripción cronológica de los hechos relevantes para la situación actual.
  • Los recursos personales de afrontamiento.
  • La valoración de las consecuencias para el trabajador: personales, laborales, familiares y sociales.

 

Fuente: http://www.psicologia-online.com/ebooks/riesgos/capitulo6_1.shtml

Cómo impacta un adicto al trabajo en el clima laboral

"Parece que no tener tiempo para nada que no sea el trabajo los hace menos. Si se pasan las noches en vela o traen cicatrices del trabajo en las manos, lo dicen con orgullo. Pero si yo les quiero contar sobre mis clases de gimnasia o mi trabajo de ocho horas, lo minimizan como si no fuera importante", me contaba una amiga hace unos días.

La adicción al trabajo es una de las más aceptadas socialmente porque "la adicción al trabajo tiene esfuerzos y recompensas de tipo profesional", explica Fernando Mansilla Izquierdo, psicólogo del Ayuntamiento de Madrid, en entrevista con templeo.com.

Sin embargo, el esfuerzo excesivo que las personas dedican a su trabajo puede resultar contraproducente para las empresas que los contratan. "(Los adictos al trabajo) trabajan más de lo que se les pide. Suelen presentar un buen rendimiento a corto plazo en el trabajo, pero sus altas expectativas con respecto a sí mismos los llevan a plantearse metas cada vez más difíciles, muchas veces inalcanzables, que desembocan en problemas de rendimiento a medio-largo plazo", explican especialistas de la Red Organizacional de Trabajo de Prevención psicosocial (WoNT).

Asimismo, resultados de un estudio publicado en la revista Career Development International mostraron que mientras más adicta al trabajo es una persona, presenta menor satisfacción profesional y laboral y mayor intención de renunciar a su empleo actual.

Pero los workaholics no sólo rinden menos a largo plazo y tienden a la insatisfacción profesional, sino que además entorpecen la dinámica de trabajo debido a deficiencias y comportamientos provocados por su adicción como una pobre comunicación interpersonal, rigidez y niveles de exigencia agobiantes.

Los efectos en las relaciones laborales

Los adictos al trabajo padecen de "una casi incapacidad para comunicarse con los otros, y para delegar. Así, normalmente trabajar en equipo les será muy difícil, siendo frecuente que en el entorno inmediato tengan problemas con compañeros y colaboradores", apuntan los psicólogos del WoNT.

Asimismo, "suelen generar conflictos interpersonales sobre todo con los compañeros y los subordinados, ya que generalmente nadie cumple las expectativas laborales del adicto, lo que les lleva al aislamiento social. Este aislamiento les conduce a realizar más horas de trabajo, y así sucesivamente", indicó en entrevista Mansilla, autor de diversos artículos de psicología laboral.

De acuerdo con el especialista en psicología clínica, los compañeros del workaholic reaccionan de forma ambivalente ante éste: por una parte con rechazo y por otra con envidia por los éxitos profesionales. En muchas ocasiones el adicto les hace sentirse incapaces e incompetentes. En contraparte -apunta el psicólogo- el afectado suele pensar que sus compañeros no adictos al trabajo carecen de ambición y de competitividad, que son conformistas e imperfectos en sus labores.

Con todo ello, "el clima laboral se ve enrarecido porque la dinámica de las relaciones interpersonales que se establecen parte de un tipo de comunicación pobre con falta de confianza y colaboración y una distorsión y descompensación entre los objetivos laborales de los adictos laborales y los demás trabajadores, lo que puede dar lugar a conflictos interpersonales", explica Mansilla.

Respecto a el origen material de los conflictos, en muchas ocasiones se puede deber a la exigencia del adicto. Ya mencionamos la imposibilidad de cumplimiento de las expectativas laborales del adicto. Mansilla Izquierdo agrega al respecto que "en una inmensa mayoría el nivel de exigencia es agobiante y muy alto tanto a los subordinados, como a los compañeros y jefes, sobre todo si el éxito de su trabajo depende de algún modo de ellos".


¿Cómo tratar con un adicto al trabajo?


Si laboramos directamente con un adicto al trabajo o tenemos un subordinado que padece esa condición, el psicólogo Mansilla recomienda no exigirle que consulte a un especialista en salud mental, "pero sí aconsejarle que su problema puede tener un abordaje psicoterapéutico con el mismo esquema que cualquier otra adicción, para recobrar el equilibrio laboral y personal en su vida, es decir un equilibrio entre el trabajo, la familia y el ocio y el tiempo libre".

Además aconseja orientarle con algunos mensajes claves como:

* Hay una gran cantidad de cosas para disfrutar, no sólo el trabajo.
* En las tareas laborales es importante y necesario delegar.
* La jornada laboral es de ocho horas.
* El trabajo para realizar en casa debe ser la excepción.

¿Cómo resolver un conflicto?


Para resolver un conflicto con un workaholic, al igual que con otras personas, podemos utilizar el método DEPA:


Descripción.- Describir claramente la situación que nos desagrada o que deseamos cambiar.
Expresión- Expresar los sentimientos propios en primera persona, sin acusar al otro.
Petición- Pedir un cambio concreto de conducta.
Agradecimiento- Agradecer la atención del otro a nuestra petición.

Aunque la adicción al trabajo es una enfermedad como muchas otras dependencias, de acuerdo con un sondeo realizado por Consulta Mitofsky hace cinco años, dos de cada tres mexicanos se considera adicto al trabajo, mientras que cifras de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) indican que en ese entonces aproximadamente uno de cada tres trabajaba más de 48 horas a la semana.

¿Quieres saber si tienes rasgos del adicto al trabajo? Responde este cuestionario del WoNT.

Fuente: http://recursos.templeo.com/consejos/123441/como-impacta-workaholic-al-clima-laboral

LAS 21 LEYES IRREFUTABLES DEL LIDERAZGO (By JOHN MAXWELL)

LA LEY DEL TOPE (Ley N°1)

LA HABILIDAD DE LIDERAZGO DETERMINA EL NIVEL DE EFICIENCIA DE UNA PERSONA

 

El éxito está al alcance de casi cualquier persona. Pero … el éxito personal sin la capacidad de liderazgo produce una eficiencia limitada. El impacto de una persona solo llega a una fracción de lo que lograría con un buen liderazgo. Mientras más alto quiera escalar, más necesita del liderazgo. Mientras mayor impacto quiera lograr, mayor es la influencia que necesita tener …

 

La habilidad de liderazgo es la tapa que determina el nivel de eficiencia de la persona. Mientras más baja es la capacidad de dirigir, más baja estará el tope sobre su potencial. Mientras más elevado el liderazgo, mayor la eficiencia … Su capacidad de liderazgo, para bien o para mal, siempre determina su eficacia y el impacto potencial de su organización …

 

Para alcanzar los más elevados niveles de eficiencia, tiene que subir la tapa de su capacidad de líder.

 

LA LEY DE INFLUENCIA (Ley N°2)

LA VERDADERA MEDIDA DEL LIDERAZGO ES LA INFLUENCIA: NADA MÁS, NADA MENOS

 

El liderazgo es influencia: nada más, nada menos. Cuando se convierte en un estudiante de los líderes, como yo, uno comienza a reconocer el nivel de influencia de las personas en situaciones cotidianas que le rodean … Una de las personas que más admiro y más respeto como líder es mi buen amigo Bill Hybels, pastor principal de la Iglesia Willow Creek Community de South Barrington, Illinois, la iglesia más grande de los Estados Unidos. Bill dice que cree que la iglesia es la empresa de liderazgo más intensivo en la sociedad …

 

¿Cuál es la base para su creencia? El liderazgo de posición no funciona en las organizaciones de voluntarios … En otras organizaciones, la persona que ocupa cargos altos tiene una influencia increíble … en forma de salarios, beneficios y privilegios … Pero en organizaciones de voluntarios, como es el caso de las iglesias, lo único que funciona es el liderazgo en su forma más pura. Los líderes tienen solo su influencia para ayudarles. Y como dijo Harry A. Overstreet: «La esencia misma de todo poder de influir está en lograr que otras personas participen».

 

En las organizaciones voluntarias no se puede obligar a los seguidores que suban a bordo. Si los líderes no tienen influencia sobre ellos, entonces no le seguirán.

 

LA LEY DEL PROCESO (Ley N°3)

EL LIDERAZGO SE DESARROLLA DIARIAMENTE, NO EN UN SOLO DÍA

 

Convertirse en líder se parece mucho a invertir con éxito en la bolsa de valores. Si su esperanza es hacer fortuna en un solo día, no va a tener éxito. A largo plazo, lo que más importa es lo que hace diariamente. Mi amigo Tag Short sostiene: «El secreto de nuestro éxito se encuentra en nuestra agenda diaria».

 

Si usted invierte con frecuencia en el desarrollo de su liderazgo, dejando que sus «activos» ganen intereses, el resultado inevitable es crecimiento a lo largo del tiempo …

 

Aunque es cierto que algunas personas nacen con mayores dones naturales que otros, la habilidad de dirigir es en realidad una colección de habilidades, y casi todas pueden adquirirse o cultivarse. Pero ese proceso no ocurre de la noche a la mañana. El liderazgo es complicado. Tiene muchísimas facetas: respeto, experiencia, fortaleza emocional, habilidad para tratar con la gente, disciplina, visión, impulso, oportunidad y la lista sigue … Por eso el líder necesita mucha sazón para ser eficaz … La buena noticia es que su habilidad como líder no es estática. No importa cuál sea su punto de partida, usted puede mejorar.

 

LA LEY DE NAVEGACIÓN (Ley N°4)

CUALQUIERA PUEDE LLEVAR EL TIMÓN, PERO SE NECESITA UN LÍDER PARA HACER LA CARTA DE NAVEGACIÓN

 

Los líderes que navegan hacen mucho más que controlar la dirección en que viajan ellos y su gente. Ven todo el viaje en su mente antes de zarpar del muelle. Tienen una visión de su destino, entienden lo que les tomará llegar allá, saben lo que necesitarán en su tripulación para tener éxito, y reconocen los obstáculos antes que aparezcan en el horizonte … A veces es difícil equilibrar el optimismo con el realismo, la intuición y la planificación, la fe y los hechos. Pero eso es lo que se necesita para ser un líder eficaz en la navegación …

 

Por sobre todo … el secreto de la ley de navegación es la preparación. Cuando usted se prepara bien, comunicará confianza y serenidad a su gente … ¿Puede verlo? No es la envergadura del proyecto lo que determina su aceptación, apoyo y éxito. Es la estatura del líder … Los líderes que son buenos navegantes son capaces de llevar a su gente a cualquier parte.

 

LA LEY DE LA CREDIBILIDAD (Ley N°5)

CUANDO EL VERDADERO LÍDER HABLA, LA GENTE ESCUCHA

 

Una vez aprenda la ley de E. F. Hutton, nunca tendrá problemas para determinar en casi cualquier situación quién es realmente el líder … Vaya a una reunión con un grupo de personas con quienes nunca antes haya estado y obsérvelos por cinco minutos … Cuando alguien formula una pregunta, ¿a quién mira la gente en espera de una respuesta? ¿A quién esperan oír? La persona a la cual miran es el verdadero líder …

 

La gente atiende a lo que alguien tiene que decir, no necesariamente debido a la verdad comunicada en el mensaje, sino debido al respeto que sienten por el que habla … Cuando Martín Luther King vivía … sin importar cuándo ni dónde hablaba, la gente—blancos y negros—todos lo escuchaban. Actualmente Billy Graham recibe un respeto similar debido a su incuestionable integridad y vida de servicio. Por casi cincuenta años su consejo ha sido atendido por líderes mundiales …

 

Cuando se trata de identificar al líder verdadero … la prueba del liderazgo se encuentra en los seguidores … Cuando el verdadero líder habla, la gente escucha.

 

LA LEY DE LA BASE SÓLIDA (Ley N°6)

LA CONFIANZA ES EL FUNDAMENTO DEL LIDERAZGO

 

La historia de éxitos y fracasos de un líder hace una gran diferencia en su credibilidad. Es algo así como ganar y gastar el cambio que lleva en el bolsillo. Cada vez que usted toma una buena decisión de liderazgo, pone una moneda en su bolsillo. Cada vez que toma una mala, tiene que usar su cambio para pagarle a alguien.

 

Cada líder tiene una cierta cantidad de cambio en el bolsillo cuando inicia una nueva posición de liderazgo. De allí en adelante su dinero aumenta o disminuye … Para crear confianza, el líder debe ser ejemplo de las siguientes cualidades: competencia, conexión y carácter. La gente olvidará los errores ocasionales basados en la habilidad, especialmente si pueden ver que todavía está creciendo como líder. Pero no confiarán en alguien que tiene fallas en el carácter. En esa área aun las caídas ocasionales suelen ser fatales …

 

Ningún líder puede quebrantar la confianza de su gente y esperar seguir influyendo sobre ellos … La confianza hace posible el liderazgo.

 

LA LEY DEL RESPETO (Ley N°7)

LA GENTE SIGUE, EN FORMA NATURAL, A LOS LÍDERES QUE SON MÁS PODEROSOS QUE ELLOS

 

Las personas no siguen a otros por accidente. Siguen a individuos cuyo liderazgo respetan … Los de menos destrezas siguen a los más capaces y mejor dotados. Ocasionalmente, un líder fuerte podría preferir seguir a otro más débil que él. Pero cuando eso ocurre es por una razón … El líder más fuerte puede hacerlo por respeto al oficio de la persona o por logros del pasado. O puede seguir la cadena de autoridad. Aunque, por lo general, los seguidores se sienten atraídos por personas que son mejores líderes que ellos …

 

Mientras más habilidad de liderazgo tiene una persona, con mayor prontitud reconoce el liderazgo—o la falta del mismo—en otros … Cuando un grupo se reúne por primera vez, observe lo que ocurre. En cuanto comienzan a interactuar, los líderes del grupo inmediatamente se hacen cargo. Piensan en función de la dirección que desean ir y en quiénes quieren llevar consigo. Al principio, la gente puede hacer movidas tentativas en diferentes direcciones, pero cuando la gente llega a conocerse entre sí, no pasa mucho

tiempo antes que reconozcan a los líderes más fuertes y los sigan.

 

LA LEY DE LA INTUICIÓN (Ley N°8)

LOS LÍDERES EVALÚAN TODO BAJO LA INFLUENCIA DEL LIDERAZGO

 

La intuición de liderazgo suele ser el factor que separa a los grandes líderes de los que son simplemente buenos … Algunas personas nacen con una gran intuición de liderazgo. Otros tienen que trabajar duro para desarrollarla y aguzarla. Pero no importa la forma como se desarrolla, el resultado es una combinación de habilidad natural y destrezas adquiridas. La intuición informada hace que salten a la vista los problemas de liderazgo. La mejor manera de describir esta inclinación es una habilidad para asir los factores intangibles, entenderlos y trabajar con ellos para lograr las metas del liderazgo…

 

Los líderes con éxito … ven cada situación en función de recursos disponibles: dinero, materia prima, tecnología y, lo más importante, personas … Los líderes intuitivos pueden sentir lo que ocurre entre las personas y casi instantáneamente conocen sus esperanzas, temores y preocupaciones … Y los líderes tienen la habilidad de dar un paso atrás de lo que está ocurriendo en el momento y ver no solo dónde se encuentran ellos y su gente, sino también la dirección que han tomado hacia el futuro. Es como si pudieran oler un cambio en el viento.

 

LA LEY DEL MAGNETISMO (Ley N°9)

USTED ATRAE LO QUE USTED ES

 

Los líderes eficaces están siempre en busca de buenas personas. Pienso que cada uno de nosotros lleva una lista mental del tipo de persona que nos gustaría en nuestra organización. Lo crea o no, lo que usted quiere no determina las personas que atrae. Esto lo determina lo que usted es. En la mayoría de las situaciones, usted atrae personas que poseen sus mismas cualidades.

 

Es posible que un líder reclute personas diferentes a él pero es fundamental reconocer que las personas que son diferentes no se sentirán atraídas hacia él en forma natural. Las personas que usted atraiga probablemente tienen más similitudes que diferencias. La calidad de ellos no depende de un proceso de selección, de un departamento de recursos humanos, ni siquiera de lo que usted considera la calidad necesaria de los solicitantes. Depende de usted. Si piensa que la gente que atrae podría ser mejor, entonces es tiempo que usted mismo mejore.

 

LA LEY DE LA CONEXIÓN (Ley N°10)

LOS LÍDERES TOCAN EL CORAZÓN ANTES DE PEDIR UNA MANO

 

Hay un antiguo dicho: Para guiarte, usa la cabeza; para guiar a otros, usa tu corazón …Los líderes eficientes saben que no se puede poner en acción a las personas a menos que primero los mueva con la emoción. La conexión con las personas no es algo que solo tiene ocurrir cuando un líder se comunica con grupos de personas. Es necesario que ocurra con individuos. Mientras más fuerte la relación y conexión entre individuos, mayor es la probabilidad de que el seguidor quiera ayudar al líder.

 

Algunos líderes tienen problemas porque creen que la conexión es responsabilidad de los seguidores. Pero los líderes de éxito siempre toman la iniciativa. Dan el primer paso con los demás y luego se esfuerzan por seguir fortaleciendo las relaciones.

 

Cuando un líder ha hecho el trabajo de conectarse con su personal, lo notará en la forma que funciona la organización. Entre los empleados hay una lealtad increíble y una firme ética laboral. La visión del líder se convierte en la aspiración de la gente. El impacto es increíble.

 

LA LEY DEL CÍRCULO ÍNTIMO (Ley N°11)

EL POTENCIAL DE UN LÍDER LO DETERMINAN LOS QUE ESTÁN MÁS CERCA DE ÉL

 

No hay líderes Llaneros Solitarios. Piénselo: si está solo no está guiando a nadie, ¿verdad? El experto en liderazgo Warren Bennis tiene razón cuando sostiene: «El líder halla su grandeza en el grupo, y ayuda a los miembros a encontrarla en sí mismos». Piense en cualquier líder altamente eficaz y se encontrará con alguien que está rodeado por un firme círculo íntimo.

 

Contrate al mejor grupo de personas que encuentre, desarróllelos tanto como pueda, y encárgueles todo lo que pueda. Cuando tenga el equipo adecuado, el potencial se elevará hasta los cielos. Ya lo verá, el potencial de cada líder se determina por la genta que está más cerca de él. Si esas personas son fuertes, el líder puede hacer un gran impacto. Si son débiles, no lo logrará.

 

LA LEY DE LA AUTORIDAD (Ley N°12)

SOLO LOS LÍDERES SEGUROS DAN AUTORIDAD A OTROS

 

Solo las personas con autoridad pueden alcanzar todo su potencial. Cuando un líder no puede o no quiere dar autoridad a otros, crea barreras dentro de la organización que la gente no puede superar. Si las barreras permanecen por largo tiempo, la gente se desanima, o se van a otra organización donde puedan maximizar su potencial. Si quiere tener éxito como líder, tiene que dar autoridad. Teodoro Roosevelt comprendió que «el mejor ejecutivo es el que tiene suficiente sentido para escoger buenos hombres para que hagan lo que quiere hacer, y suficiente dominio propio para guardarse de interferir mientras están ocupados haciéndolo.» Solo los líderes seguros son capaces de delegar. La verdad es que la única forma en que puede llegar a ser indispensable es que se haga dispensable. En otras palabras, si usted es capaz de dar autoridad a otros continuamente y les ayuda a desarrollarse para que hagan su trabajo, llegará a ser tan valioso para la organización que se hará indispensable.

 

LA LEY DE LA REPRODUCCIÓN (Ley N°13)

SE NECESITA UN LÍDER PARA PRODUCIR OTRO LÍDER

 

He dedicado algún tiempo a hacer una encuesta informal para descubrir qué es lo que motiva a los hombres y mujeres que asisten a las conferencias a ser líderes. Los resultados son los siguientes:

 

CÓMO SE CONVIRTIERON EN LÍDERES

Don natural 10%

Resultado de una crisis 5%

Influencia de otro lider 85%

 

Es cierto que pocas personas entran en el liderazgo porque sus organizaciones sufren una crisis, y son impulsados a hacer algo al respecto. Otro grupo pequeño lo comprenden personas con un don e instinto natural tan grande que se pueden abrir paso hacia el liderazgo por sí mismos. Pero más de cuatro de cada cinco de todos los líderes que encuentre habrán surgido como líderes debido al impacto que han tenido en ellos líderes establecidos que les sirvieron de mentores.

 

Todo comienza desde arriba. solo los líderes son capaces de desarrollar otros líderes. Los seguidores no pueden. Tampoco lo logran los programas institucionales. Se necesita a alguien que conozca a uno, lo dirija y lo desarrolle. Si una empresa tiene líderes deficientes, el pequeño liderazgo que tiene solo irá de mal en peor. Si una empresa tiene líderes sólidos, y se reproducen, entonces su liderazgo irá de mejor en mejor.

 

LA LEY DE ACEPTACIÓN (Ley N°14)

LA GENTE ACEPTA PRIMERO AL LÍDER Y LUEGO LA VISIÓN

 

Cuando enseño seminarios sobre liderazgo, me hacen muchas preguntas sobre la visión. Invariablemente alguien se me acerca en algún receso, me da una breve descripción de una visión en evolución y me pregunta: «¿Piensa que mi gente aceptará mi visón?» Mi respuesta es siempre la misma: «Dígame primero, ¿su gente lo ha aceptado a usted?»

 

¿Entiende lo que quiero decir? Mucha gente que enfocan en el aspecto de la visión en el liderazgo lo tiene todo invertido. Creen que si la causa es suficientemente buena, la gente la aceptará automáticamente y lo seguirán. Pero el liderazgo no funciona de esa manera. Las personas no siguen primero las causas dignas. Siguen al líder digno que promueve una causa digna. La gente acepta primero al líder y luego la visión. Todo mensaje lo filtran a través del mensajero que lo emite.  No se puede separar al líder de la causa que promueve. No es una proposición optativa. Ambas van siempre de la mano.

 

LA LEY DE LA VICTORIA (Ley N°15)

LOS LÍDERES ENCUENTRAN LA FORMA DE QUE SU EQUIPO GANE

 

¿Ha pensado alguna qué es lo que separa a un líder que logra la victoria de uno que sufre derrotas? ¿Qué se necesita para ser un ganador? Es difícil poner un dedo sobre la cualidad que separa al ganador del perdedor. Cada situación de liderazgo es diferente. Cada crisis tiene sus propios desafíos. Pero pienso que los líderes victoriosos comparten la incapacidad de aceptar derrotas. Algo distinto de ganar no es alternativa para ellos, de modo que calculan lo que deben hacer para lograr la victoria, y luego la buscan con todo lo que tienen a su disposición.

 

Cuando tienen presión, los grandes líderes están a sus anchas. Lo que hay dentro de ellos aflora a la superficie. Los líderes que practican la Ley de la Victoria creen que solo el éxito es aceptable. No tienen un plan B. Eso los mantiene en la lucha.

 

LA LEY DEL IMPULSO (Ley N°16)

EL IMPULSO ES EL MEJOR AMIGO DEL LÍDER

 

Se necesita un líder para crear impulso o ímpetu. Los seguidores lo captan. Los administradores pueden continuar con él cuando ha comenzado. Pero crearlo requiere de alguien que pueda motivar a otros, no alguien que necesite ser motivado. Harry Truman dijo: «Si no puedes aguantar el calor, sal de la cocina». Para los líderes ese dicho podría cambiarse por el siguiente: «Si no puedes crear calor, sal de la cocina».

 

Todos los líderes enfrentan el desafío de crear cambios en una organización. Así como todo marinero sabe que no se puede timonear el barco si no está avanzando, los líderes fuertes entienden que para cambiar de dirección, primero usted tiene que crear avance. Cuando no tiene ímpetu, aun las tareas más simples de su parte parecen problemas sin solución. Pero cuando usted tiene el impulso de su parte, el futuro aparece brillante, los obstáculos se ven pequeños y los problemas parecen transitorios. Con suficiente ímpetu, casi todo cambio es posible.

 

LA LEY DE LAS PRIORIDADES (Ley N°17)

LOS LÍDERES ENTIENDEN QUE LA ACTIVIDAD NO ES NECESARIAMENTE UN LOGRO

 

Los líderes nunca crecen al punto que ya no necesitan priorizar. Es algo que los buenos líderes siguen haciendo, sea en la conducción de un grupo pequeño, el pastoreo de una iglesia, la administración de un pequeño negocio o la dirección de una corporación de mil millones de pesos … Stephen Covey decía: «Líder es el que se sube al árbol más alto, examina toda la situación y grita: “¡Selva equivocada!”»

 

Las cosas que dan la mayor recompensa personal son los encendedores del fuego en la vida del líder. Nada da más energía a una persona que la pasión … Tim Redmond reconoce: «Hay muchas cosas que atraerán mis ojos, pero solo unas pocas acapararán mi corazón …»

 

Dedique tiempo a evaluar sus prioridades de liderazgo. ¿Está usted disperso por todos sitios? O ¿se está concentrando en unas pocas cosas que dan el mayor beneficio? El mayor éxito solo llega cuando hace que su gente se concentre en lo que realmente importa.

 

LA LEY DEL SACRIFICIO (Ley N°18)

EL LÍDER DEBE CEDER PARA ASCENDER

 

En la actualidad mucha gente quiere subir la escalera de su empresa porque creen que la libertad y el poder son los premios que les esperan en la cumbre. No comprenden que la verdadera naturaleza del liderazgo es realmente el sacrificio.

 

Los líderes que quieren ascender tienen que hacer más que [estar dispuestos a] sufrir reducciones ocasionales en su paga. Tienen que ceder todos sus derechos.

 

Esto es válido para todo líder, no importa cuál sea su profesión. Converse con cualquier líder y descubrirá que ha hecho continuos sacrificios. Normalmente, mientras más alto ha escalado el líder, mayores sacrificios habrá hecho. El líder eficiente sacrifica mucho de lo que es bueno para dedicarse a lo mejor. El sacrificio es una constante en el liderazgo. Es un proceso continuo, no una paga de una sola vez.

 

Las circunstancias pueden cambiar de persona a persona, pero el principio no cambia. El liderazgo significa sacrificio.

 

LA LEY DEL TIEMPO OPORTUNO (Ley N°19)

CUANDO DIRIGIR ES TAN IMPORTANTE COMO QUÉ HACER Y ADÓNDE IR

 

Cuando los líderes hacen lo correcto en el momento oportuno, el éxito es casi inevitable. Las personas, los principios y los procesos convergen para producir un impacto increíble. Los resultados tocan no solo al líder sino también a los seguidores y a toda la organización.

 

Cuando el líder adecuado y el momento oportuno convergen, ocurren cosas increíbles Winston Churchill lo describe así: «Llega un momento especial en la vida de cada uno, momento para el cual la persona ha nacido. Esa oportunidad especial, cuando la aprovecha, cumplirá su misión … esa misión para la cual ha sido dotado en forma única. En ese momento halla la grandeza. Es su mejor hora»

 

Leer la situación y saber qué hacer no es suficiente para tener éxito en el liderazgo. Solo la acción correcta en el momento oportuno traerá el éxito. Todo lo demás tiene un precio muy elevado.

 

LA LEY DEL CRECIMIENTO EXPLOSIVO (Ley N°20)

PARA SUMAR Y CRECER, SEA LÍDER DE SEGUIDORES; PARA MULTIPLICAR, SEA LÍDER DE LÍDERES

 

Los líderes que desarrollan seguidores hacen crecer su organización persona a persona. Los que desarrollan líderes multiplican su crecimiento pues por cada líder que desarrollan, reciben todos los seguidores de ese líder. Añada diez seguidores a su organización, y tendrá el potencial de diez personas. Añada diez líderes y tendrá el potencial de diez líderes multiplicado por todos los seguidores y líderes sobre los que ellos tengan influencia. Esa es la diferencia entre la adición y la multiplicación. Es como hacer crecer su organización por equipos en lugar de hacerlo por individuos. Mientras mejores sean los líderes que desarrolle, mayor será la cantidad y calidad de sus seguidores.

 

Para subir al nivel más alto, tiene que desarrollar líderes de líderes. Mi amigo Dale Galloway afirma que «algunos líderes quieren hacer seguidores. Yo quiero hacer líderes. No solo quiero hacer líderes, sino líderes de líderes. Y luego hacerlo a ellos líderes de líderes». Una vez usted es capaz de seguir este patrón, casi no hay límites para el crecimiento de su organización.

 

LA LEY DEL LEGADO (Ley N°21)

EL VALOR PERMANENTE DE UN LÍDER SE MIDE POR SU SUCESIÓN

 

Casi cualquier persona puede hacer que una organización parezca bien por un momento—mediante el lanzamiento un flamante programa o nuevo producto, la atracción de personas a un gran evento, o el cambio del presupuesto para estimular las líneas bajas. Pero los líderes que dejan un legado toman un enfoque diferente. Lideran teniendo presente el mañana tanto como el presente.

 

Los logros se alcanzan cuando alguien es capaz de hacer grandes cosas por sí mismo. El éxito viene cuando potencia a los seguidores para hacer grandes cosas con él. La importancia se da cuando desarrolla líderes que hagan grandes cosas para él. Pero el legado se crea sólo cuando una persona pone su organización en la posición de hacer grandes cosas sin él.

 

Cuando todo haya sido dicho y hecho, su capacidad como líder será juzgada no por lo que haya logrado personalmente, ni siquiera por lo que haya logrado su equipo durante su ejercicio. Será juzgado por lo bien que su personal y su organización haga cuando usted ya no esté su valor perdurable será medido por su sucesión.

 

Solo para líderes y para quienes quieran ser. No es el manual o el referente final, pero es un aporte fenomenal de John Maxwell para quienes buscan un lugar en su espacio o habitat social.

 

FUENTE: Las 21 Leyes Irrefutables del Liderazgo

de John Maxwell

Workaholism (Adicción al trabajo)

Cuando el trabajo destruye tu vida y la de tu familia

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Workaholism, expresión creada por W. Oates en 1971 y popularizada a finales de los 80. M. Machlowitz, lo describió como “una actitud hacia el trabajo expresada en esfuerzo y en tiempo y que implica una forma extrema de involucrarse”.

Podemos decir que es “una compulsión al trabajo, análoga al alcoholismo u otra adicción, que interfiere en las relaciones familiares, las relaciones sociales y el desarrollo personal”.

En Japón, se llama karoshi; "la muerte por exceso de trabajo" y se estima que causa 1,000 muertes al año por infarto en empleados menores de 60 años.

En los Países Bajos, se dio lugar a una nueva condición conocida como "enfermedad de ocio," se calcula que afecta al 3% de toda su población, según un estudio. Los trabajadores en realidad logran físicamente enfermarse los fines de semana y vacaciones, ya que dejan de trabajar e intentan, en vano, relajarse.

En México no hay cifras actualizadas pero se estima que, el 64% de los hombres se considera adicto al trabajo, mientras que en el caso de las mujeres, sólo el 60% dijo tener dicho problema.

Esta adicción al trabajo puede llegar a ser un factor para el desarrollo del sedentarismo y problemas de salud como ansiedad, infarto al miocardio, obesidad, gastritis, colitis, dolores de cabeza y espalda, hipertensión, entre muchos otros padecimientos, informan especialistas del IMSS, a través de un comunicado realizado por el Psiquiatra Pedro Camacho Cerón.

En mi vida profesional, no son pocos los Directores o Gerentes de alto nivel que he visto morir, víctimas de infartos por su adicción al trabajo, todos con familias desintegradas por su adicción. El problema es que en los últimos años mueren más jóvenes.

En mi experiencia como generador de equipos de alto desempeño, la meta no es producir más horas de trabajo, sino hacerlo óptimamente en el menor tiempo, si las máquinas necesitan descanso para su conservación y mantenimiento, el ser humano no es la excepción, se debe lograr el objetivo de obtener los resultados en el tiempo previsto, ni un minuto más, o no son equipos de alto desempeño.

Gran parte de este problema en México, es debida a la mala preparación de los equipos de Alta Dirección, que se ven forzados a lograr los objetivos en el corto plazo por no tener una adecuada gestión de sus planes estratégicos. De esta manera jalan en su vorágine a sus subordinados y el ciclo no se rompe.

El peor momento es cuando después de pasar largas horas en la oficina terminan llevándose el trabajo acumulado al hogar, para continuar “trabajando”.

El workaholism destruye personas pero casi simultáneamente destruye familias, los profesionales del management debemos abogar por una excelente calidad de vida de nuestros equipos de alto desempeño, para conservarlos el mayor tiempo posible, trabajando óptimamente con salud y calidad de vida.

Rendimiento vs Desempeño (Aguante vs Logro)

La administración como la conocemos hoy, nace en las fábricas y los primeros en desarrollarla son ingenieros, Taylor y Fayol, es por este motivo que se conservan algunas de las palabras comúnmente empleadas en ingeniería.

 

La palabra inglesa performance suele traducirse como rendimiento y menos comúnmente, como desempeño, en apariencia lo mismo pero guardan en nuestro idioma una sutil diferencia semántica. Podemos decir que, en el idioma español, rendimiento se refiere a cuanto es capaz de soportar un equipo, máquina o herramienta, mientras que desempeño es cuanto puede lograr, alcanzar o producir, ese mismo equipo, máquina o herramienta.

 

Pongamos un ejemplo:

 

El equipo A logra en tiempo X un resultado Y.

El equipo B logra en tiempo X un resultado Y+n.

El equipo C logra en tiempo X-n un resultado Y.

 

El equipo A es un equipo común y corriente que abunda en la mayoría de las compañías, es quiza el más común.

 

El equipo B es el equipo de Alto Rendimiento, aguanta hacer mucho trabajo, más trabajo en el mismo tiempo que la mayoría, existen en muchas compañías, es donde se acumulan los workaholics o adictos al trabajo, desarrollan más que los demás, pero no necesariamente lo que la organización necesita.

 

El equipo C es el equipo de Alto Desempeño, son los que alcanzan los resultados en menor tiempo que la mayoría, quedando tiempo para adelantar en desarrollar, innovar, crear, generar y alcanzar  la visión de la empresa, estos equipos son los menos comunes en las organizaciones y son los equipos en que los consultores profesionales, debemos centrar nuestra atención en crear, organizar y dejar listos dentro de cada organización.

 

Los integrantes de los equipos de Alto Desempeño tienen características diferentes a la mayoría de los elementos de una organización, pero de ello hablaré en otra ocasión.

Los recursos gratuitos online

En el mercado online existen opciones gratuitas de buena calidad hechas por empresas, organismos o desarrolladores con fines sustentables o de promoción.

1. Herramientas Pyme: este sitio es una mina de oro para la capacitación didáctica, además de software puedes encontrar recursos como calculadoras, tutoriales y asesoría especializada para el sector.

2. OpenOffice: esta suite te ofrece un procesador de textos, hoja de cálculo y programa para presentaciones. Su funcionalidad y potencial son enormes y es la competencia gratuita del paquete de Microsfot.

3. Skype: este programa te ayuda a ahorrar dinero en llamadas, sobre todo si son internacionales. Es como el Messenger, pero con voz y opción de conectarse a la red telefónica. Sólo necesitas el micrófono y las bocinas de tu computadora para comunicarte. Las llamadas entre tus contactos con Skype son gratuitas y tienes opción a videollamadas si cuentas con cámara web. Lo mejor es hacer una lista de amigos para aprovechar las llamadas sin costo.

4. Gimp: este software de código abierto te permite editar imágenes si no tienes dinero para la lciencias del Adobe PhotoShop. Una de sus ventajas adicionales es que tiene un desarrollo y actualizaciones constantes.

5. Picasa: esta herramienta de Google es un administrador que te permite retocar fotografías de manera sencilla para eliminar los ojos rojos, mandarlas por correo electrónico o compartirlas en línea.

6. Kompozer: si quieres programar una página web y no tienes dinero, ésta es tu opción. Tiene un manejo muy amigable similar al de un procesador de textos para páginas web. Si lo combinas con Filezilla, ya tienes un sitio listo.

7. WinRAR: la paquetería tradicional representa un fuerte gasto, por lo que mandar archivos adjuntos por mail es una buena opción. Ahora los requerimientos hacen necesario el envío de comprimidos en formato ZIP o RAR, que cada vez se vuelven más comunes, para trabajar con ellos lo mejor es este programa, que no cuesta ni un peso.

 

Fuente:

http://www.cnnexpansion.com/tecnologia/2009/06/11/los-recursos-gratuitos-online

Qué hacer en tiempos de crisis económica

  • Vender Mejor: Lo importante no es saber cómo incrementar las ventas, sino cómo mantenerlas y generar utilidades, facturar oportunamente, saber a quién le vendemos, cuáles productos vendemos y los clientes que generan mayor utilidad.
  • Cobranza oportuna y control del flujo de efectivo: Actualizar cuentas por cobrar de acuerdo con el monto, antigüedad de saldos, vendedor y cliente, así como realizar pronósticos de cobranza por fecha y compromiso, ayudarán a no tener problemas de flujo de efectivo.
  • Reducir gastos: Crear presupuestos y saber cuáles son los gastos por concepto, área, proyecto y línea de negocio ayuda a regular la ejecución de este indicador.
  • Gestión de inventarios y costos: Conocer cuáles son los productos más vendidos y llevar un control fino de sus existencias, entradas y salidas, así como una clasificación por caducidades, lotes, tallas, colores y estilos, ayudará a no impactar negativamente las ventas por tener excedentes o faltantes en los inventarios.
  • Pago de impuestos: Tener la certeza de calcular y pagar el monto correcto de los impuestos, ayuda a evitar multas por ese concepto.
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    Fuente: http://elempresario.mx/tecnologia/mueren-80-mipymes-su-primer-ano