Dos personas discutían acremente sobre un tema, defendiendo fuertemente cada uno su posición, sin ceder en lo mas mínimo en sus argumentos, súbitamente uno de ellos sacó una moneda que puso frente a la cara de su oponente preguntándole:
-Qué ves aquí?, dijo seriamente
-Una moneda de diez pesos, contestó su oponente
-Cómo lo sabes?, preguntó el primero
-Porque veo claramente el sello que dice diez pesos, contestó el oponente con ironía
-Pues yo solo veo el escudo nacional, dijo el primero y giró la moneda.
En unos cuanto minutos la discusión terminó y ambos encontraron un punto intermedio que les permitió llegar a un acuerdo.
Cuantas veces nos enfrascamos en amargas discusiones, defendiendo a capa y espada nuestras ideas, sin hacer un alto y escuchar a la otra parte, ponernos en sus zapatos, crear empatía dirían los gurús del management, simplemente girar la moneda.
Si entendemos que en toda situación existen por lo menos dos caras de la misma y hacemos un alto para encontrar un punto que nos permita llegar a un acuerdo, nuestras negociaciones serían menos ásperas y por fin alcanzaríamos la relación ganar-ganar, en donde no hay vencidos, porque todos ganan.
Así que la próxima vez que nos encontremos envueltos en una discusión, seamos los primeros en voltear la moneda.
-Qué ves aquí?, dijo seriamente
-Una moneda de diez pesos, contestó su oponente
-Cómo lo sabes?, preguntó el primero
-Porque veo claramente el sello que dice diez pesos, contestó el oponente con ironía
-Pues yo solo veo el escudo nacional, dijo el primero y giró la moneda.
En unos cuanto minutos la discusión terminó y ambos encontraron un punto intermedio que les permitió llegar a un acuerdo.
Cuantas veces nos enfrascamos en amargas discusiones, defendiendo a capa y espada nuestras ideas, sin hacer un alto y escuchar a la otra parte, ponernos en sus zapatos, crear empatía dirían los gurús del management, simplemente girar la moneda.
Si entendemos que en toda situación existen por lo menos dos caras de la misma y hacemos un alto para encontrar un punto que nos permita llegar a un acuerdo, nuestras negociaciones serían menos ásperas y por fin alcanzaríamos la relación ganar-ganar, en donde no hay vencidos, porque todos ganan.
Así que la próxima vez que nos encontremos envueltos en una discusión, seamos los primeros en voltear la moneda.
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