Más de un cuarto de los líderes dirige sin preparación suficiente

El 58% de los directivos jamás ha recibido capacitación para ejercer el liderazgo.


Una nueva encuesta de Career Builder reveló que más de un cuarto (el 26%) de los directivos de las compañías manifiesta haber empezado a dirigir a otros sin estar preparados para liderar, y que el 58% de los gerentes afirma que jamás ha recibido capacitación alguna para ejercer el liderazgo. Aun así, el 59% de los trabajadores considera que su supervisor directo hace un buen o un excelente trabajo. Fotografía de Sergej Khackimullin. PhotoXpress.


La mayoría de las veces, los líderes llegan a ocupar un nuevo puesto de trabajo y son recibidos por todos como si naturalmente tuvieran que saber cómo liderar a sus equipos y cómo desempeñar correctamente las funciones de aquél que debe dirigirlos. Pero esta percepción no siempre es correcta: ni el líder que llega se siente siempre listo para dirigir a otros ni, en muchas ocasiones, está verdaderamente preparado. La capacitación en este campo es fundamental.


Los retos de los directivos –y de los líderes en general– son muchos y deben ser tenidos en cuenta tanto por los equipos de trabajo que los reciben en una organización, como por quienes los contratan y están a cargo de las opciones de desarrollo profesional.


Una nueva encuesta de Career Builder ha revelado que, precisamente, más de un cuarto (el 26%) de los directivos manifiesta no haber estado listo para liderar cuando empezó a dirigir a otros, y el 59% afirma que jamás había recibido capacitación alguna sobre cómo ejercer el liderazgo ni la gestión.


La encuesta fue realizada online en Estados Unidos entre 2.482 contratantes y 3.910 empleados (todos de compañías estadounidenses, y mayores de 18 años).


Retos de los líderes


Los líderes son conscientes de que sus posiciones son prestigiosas y representan oportunidades de desarrollo personal y profesional pero, al mismo tiempo, saben muy bien que existen grandes retos que, en algunos casos, son difíciles de superar, y que pueden convertirse en obstáculos que impidan el adecuado cumplimiento de sus funciones.


De acuerdo con la encuesta de Career Builder, el 25% de los directivos considera que el principal reto a la hora de liderar es ocuparse de las cuestiones entre compañeros de trabajo del propio equipo; el 22% siente que es motivar a los miembros del equipo; el 15% cree que tiene que ver con las revisiones del desempeño; el 15% considera que es encontrar los recursos necesarios para apoyar al equipo; y el 12% siente que es la creación de pautas laborales para el equipo de trabajo.


Rosemary Haefner, vicepresidenta de recursos humanos de Career Builder, explica en el comunicado de prensa de la compañía encuestadora que: “Las buenas habilidades de gestión pueden influir positivamente en la productividad, el desempeño y la moral de los empleados en general. Vemos cada vez más compañías invirtiendo en programas de capacitación en gestión para desarrollar a los líderes de hoy y de mañana”.


Aunque las cifras revelan que un número significativo de líderes no han recibido nunca capacitación para guiar a sus equipos de trabajo y que muchos no se sentían listos para hacerlo cuando se enfrentaron al reto, según la encuesta, la mayoría de los trabajadores están satisfechos con el desempeño de sus supervisores directos: el 59% de ellos considera que su jefe hace un buen o un excelente trabajo, y sólo un 20% siente que éste tiene un desempeño malo o muy malo.


Las quejas de los empleados


Aunque la mayoría de los empleados afirma estar contenta con el desempeño de sus jefes, entre los trabajadores existen algunas preocupaciones comunes con respecto al desempeño de aquéllos que los dirigen: un 23% de los trabajadores siente que sus jefes tienen favoritos; el 21% asegura que no cumplen con lo que prometen; el 21% afirma que no escuchan las preocupaciones; un 20% dice que no proporcionan retroalimentación de manera regular; el 17% manifiesta que no los motivan; y el 14% asegura que sólo les proporcionan retroalimentación negativa.


Cuando se trata de líderes corporativos, un 50% de los empleados considera que sus equipos de liderazgo están realizando un trabajo bueno o excelente, y un 23% siente que el desempeño es malo o deficiente.


Con respecto a estos líderes, las preocupaciones de los empleados son las siguientes: el 40% de los trabajadores siente que los líderes corporativos no hacen el esfuerzo suficiente para oír a los empleados ni para mejorar su moral; un 33% siente que no hay transparencia suficiente y que estos líderes no se comunican abierta ni honestamente; el 30% manifiesta que se producen cambios significativos sin aviso previo; un 27% considera que las cargas laborales y las exigencias de productividad no son razonables; el 21% siente que no los motivan; y un 20% afirma que los líderes corporativos dejaron de invertir en el desarrollo de los empleados.


Las cifras del estudio muestran dos caras de la moneda: por un lado, una mayoría de los empleados reconoce el buen desempeño de sus líderes pero, por otro, hay una conciencia general de muchas limitaciones en las labores de liderazgo que deben ser tenidas en cuenta por las empresas para la mejora tanto de la moral de los trabajadores como de la productividad general.


Fuente: Catalina Franco R. http://bit.ly/hIdvRm

Los directivos son responsables del compromiso de los empleados

Un estudio canadiense afirma que la motivación depende de los líderes y no de los trabajadores.


Un nuevo estudio de la firma Psychometrics Canada ha revelado que el 84% de los profesionales consideran que el compromiso de los empleados no depende de ellos mismos, sino que es responsabilidad de los altos directivos y los líderes. Aunque el 82% de los participantes son conscientes de la importancia que tiene prestarle atención a la motivación dentro de sus organizaciones, solo un 41% de ellos hace algo para influir en ella directamente, y el 69% la considera un problema dentro de la empresa.


La motivación y el compromiso de los empleados constituyen un aspecto fundamental en la vida diaria y el funcionamiento de cualquier organización, ya que tienen que ver con la satisfacción general del equipo de trabajo. De ellos dependen, asimismo, elementos tan esenciales para los negocios como la productividad y la retención del talento.


Pero, ¿de qué o de quién depende que los trabajadores se sientan motivados y comprometidos con la compañía? La firma consultora para el desarrollo y la selección de personal en distintas áreas de negocios, Psychometrics Canada, ha llevado a cabo un estudio que consistió en la realización de una encuesta a 368 profesionales de recursos humanos de empresas canadienses de distintos sectores.


De acuerdo con los resultados obtenidos, el 84% de los participantes considera que el compromiso de los empleados con sus organizaciones no depende de ellos mismos, sino que es responsabilidad de los altos directivos y de los líderes.
Además, la encuesta reveló que, aunque el 82% de los profesionales de recursos humanos afirma ser consciente de la importancia de hacer algo para influir directamente en el compromiso de los trabajadores con su trabajo (menos del 0.5% señaló no considerarlo importante), sólo el 41% está haciendo algo al respecto en la actualidad.


Mejorando el compromiso


Aunque no son mayoría las empresas que ofrecen capacitaciones relacionadas con el compromiso de los empleados, de acuerdo con el estudio, éstas tienen como resultado beneficios significativos: en las compañías que sí han recurrido a este tipo de capacitaciones, el porcentaje de trabajadores comprometidos con la organización ha aumentado en más de un 10%, y el de aquéllos que ven el compromiso y la motivación como un problema ha disminuido en 20%.


Según los participantes, los beneficios más comunes que resultan del compromiso de los empleados son la disposición a hacer más de lo que se espera de ellos (39%), una mayor productividad (27%), mejores relaciones en el trabajo (13%) y clientes más satisfechos (10%).


Según Mark Fitzsimmons, presidente de Pshychometrics Canada: “Para mantener comprometido al personal, las organizaciones deben darle la oportunidad de utilizar sus habilidades, de ser creativo y, sobre todo, de ser escuchado. Esta encuesta demuestra que muchas empresas ya entienden esto, pero que pocas están dando los pasos necesarios para enfrentarlo”.


Los profesionales de recursos humanos consideran que, como el compromiso se da a partir del ambiente y los procesos laborales, éste solo puede verse afectado por las personas que tienen influencia sobre él, es decir, por los líderes de la empresa. En su opinión, los tres elementos más efectivos para mejorar el compromiso de los empleados son el control que éstos tengan sobre cómo hacer su trabajo; las oportunidades que tengan para hacer uso de sus habilidades; y las buenas relaciones con los directivos y los líderes.


Además, los participantes del estudio opinaron sobre aquellas cosas que podrían hacer para incrementar el compromiso de los trabajadores: un 71% afirmó que una opción sería comunicar expectativas claras; el 68% señaló como iniciativa escuchar las opiniones de los empleados; el 58% hizo mención al hecho de dar reconocimiento; el 56% señaló como posibilidad el proporcionar oportunidades de aprendizaje y de desarrollo; un 39% mencionó la posibilidad de ayudar a encontrar soluciones a los problemas; y un 15% abogó por los beneficios directos.


Que el compromiso no sea un problema


Así como el compromiso y la motivación de los empleados pueden estar del lado del buen funcionamiento y del éxito de la organización, si no se les presta atención ni se hace nada para fomentarlos, también puede convertirse en un dolor de cabeza. De acuerdo con el estudio, estos elementos son vistos como un problema por el 69% de los profesionales de recursos humanos participantes.


De acuerdo con el estudio, los resultados más comunes de contar con un personal no comprometido con su trabajo son las relaciones laborales disfuncionales (29%); una productividad más baja (25%); y la no disposición a ir más allá de lo que se establece en la descripción del puesto de trabajo.


Por otra parte, aunque podría parecer contradictorio, los porcentajes de empleados no comprometidos que renuncian o que faltan a su trabajo son muy bajos: 8% y 7%, respectivamente. Al parecer, este tipo de trabajadores no opta por abandonar la organización debido a su falta de compromiso, sino que permanecen en ella afectando negativamente la productividad y envenenando las relaciones laborales.


Los resultados del presente estudio evidencian que el compromiso y la motivación de los empleados son de vital importancia para cualquier organización, y que los líderes juegan un papel fundamental a la hora de convertir estos elementos en aliados o en enemigos.


Fuente: Catalina Franco R. http://bit.ly/g5ccCg

Detalles a cuidar en redes sociales

Las redes sociales empresariales se están expandiendo rápidamente y son ya una estrategia obligatoria en el presupuesto de mercadotecnia de las empresas. En el pasado, la comunicación con el consumidor era unidireccional. Hoy, gracias a los avances tecnológicos, la comunicación se ha vuelto multidireccional, motivo por el cual los clientes de una firma pueden involucrarse más con la marca o alejarse de ella si no somos cuidadosos en el manejo de los canales de comunicación.


Por lo tanto, se vuelve imprescindible en nuestra empresa poseer una estrategia que afiance la relación con nuestros clientes y nos haga adquirir nuevos.


Uno de los errores más comunes en las firmas que abren sus redes sociales es que encargan esa importante labor a algún empleado sin experiencia en el tema, quien, al no poseer conocimientos en comunicación, puede provocar desaciertos en nuestra imagen corporativa. Por lo tanto, es necesario contratar a una firma experta en el tema que se encargue de nuestras redes sociales y, así, asegurarnos de que no se cometan errores de este tipo.


Actualmente, muchas marcas además de tomar en cuenta los estudios de mercado, están mirando los social media como fuente de información para el desarrollo de sus productos, por lo que éstas no deben ser omitidas en sus planes para optimizar las ventas.


Para tener éxito en redes sociales, como en muchas otras estrategias, es necesario ponernos en los zapatos del consumidor y ver qué buscan.


Algunos puntos a tomar en cuenta son:

1. Los consumidores quieren información valiosa. A veces creemos que con difundir descuentos podremos conseguir muchos seguidores, pero no es así. Debemos definir el target para hablar de temas relevantes que interesen a los clientes. La gente habla de a quién sigue y, si hay algo importante, lo comunicarán de manera viral.

2. Periodicidad. Se requiere definir una estrategia de publicación para no saturar a la gente con información innecesaria que, a la larga, terminará por hartar. Encontremos el equilibrio en este canal de comunicación y difusión.

3. Monitoreo. Se debe estar pendiente de lo que se habla de nuestra marca en las redes, esto puede ser posible a través de diferentes herramientas como TweetDeck.

4. Respuesta. Al recibir comentarios o sugerencias es necesario dar una respuesta clara y bien estructurada para que así nuestros seguidores se sientan atendidos. Elaboremos una lista de preguntas y respuestas frecuentes, esto ayudará a administrar información correctamente.

5. Lenguaje. Es importante que seamos claros al momento de hablar con nuestros consumidores, debemos crear empatía al interactuar con ellos.


Las estrategias en redes sociales deben ser tratadas con la misma o mayor seriedad que otras acciones de mercadotecnia, a través de ellas crearemos un canal de comunicación rápido y directo con nuestros clientes.


Fuente: http://bit.ly/e3Q28q

¿Cómo terminar una relación laboral?

Despedir a un empleado supone una serie de lineamientos jurídicos y de organización que se deben tener en permanente consideración a fin de evitar repercusiones negativas, llámese pérdidas económicas, afecciones en el clima laboral de la empresa o incluso una demanda derivada de una inconformidad del trabajador despedido.


Por esta razón, cuando un patrón desea terminar una relación laboral con algún empleado, debe de manejarlo bajo el concepto “finalización de la relación de trabajo por mutuo acuerdo”. Es importante que se acerque el empleado en una forma educada, inspire un ambiente de negociación y se refiera a este asunto “con una terminología menos agresiva como: proceso de desvinculación” y evite la hostilidad.


Según José Luis Boyoli, abogado especializado en derecho laboral, son dos las formas más recomendables de lograr un “proceso de desvinculación laboral exitoso; la primera de ellas altamente recomendable es la renuncia, que ésta se formalice por escrito, que el trabajador firme un escrito y la segunda es mediante un proceso de negociación”.


Sin embargo, no en todos los casos es posible lograrlo, por lo que se debe apostar por la prevención ante un eventual conflicto. “Es importante que tenga un buen contrato de trabajo, todos sus documentos en orden, antes, durante y al terminar la relación de trabajo; mientras más documentos y perfectamente archivados tenga el patrón, mejor será su defensa ante un proceso legal".


Paso a paso

El patrón tiene 30 días para ejercitar alguna causal de despido, por lo que si hay precipitación al terminar una relación laboral, las consecuencias inmediatas en términos económicos, costo de abogados, juicio y de imagen son irremediables; se recomienda la calma y atar todos los cabos antes de comenzar el proceso.


A continuación, un decálogo de los factores precisos a considerar para realizar una desvinculación laboral efectiva:


1.- Identificar las causas, los vehículos para dar por concluida la relación laboral, establecidas en los artículos 53 y 434 de la Ley Federal de Trabajo (LFT). Ligas de interés: http://tinyurl.com/3b9r5jo y http://tinyurl.com/3zgx72k.

2.- Un patrón puede rescindir de los servicios de un trabajador, con argumento legales basándose en el artículo 47 de la LFT. Liga de interés: http://tinyurl.com/3k3o826.

3.- Tras un despido justificado, el patrón sólo pagará la parte proporcional de del sueldo que el trabajador devengó previamente.

4.- A pesar de que existe un marco regulatorio, es imprescindible proceder con cautela, el despido es un proceso complejo.

5.- Elaborar un “Aviso de despido” y entregarlo con cinco días de anticipación al empleado. Liga de interés http://tinyurl.com/3snc7fa.

6.- Crear un documento denominado finiquito, donde se hacen constar los conceptos, las prestaciones y los montos que se pagan a un trabajador por concepto de alguna causa de terminación de vínculo laboral. Liga de interés http://tinyurl.com/3h3sunq.

7.- El asesoramiento y la organización son las mejores armas para romper la barrera “proteccionista” de la LFT para el trabajador.

8.- La carta de renuncia no tiene un formato establecido, debe elaborarse de tal forma que cubra todo posible flanco de ataque ante una posible demanda. Liga de interés: http://tinyurl.com/3n4s58r.

9.- No hay forma posible de evitar que prospere una demanda; la prevención, el orden y el entorno de negociación y respeto son las mejores armas para salir airoso ante un pleito laboral.


El ABC de los empleados

A) El trabajador puede renunciar en el momento que desee a la relación laboral, el patrón no.

B) De ninguna manera el trabajador puede renunciar a sus prestaciones de ley. Liga de interés: http://tinyurl.com/42wz6nd.

C) En un conflicto laboral, corresponde exclusivamente al patrón probar las causas justificadas de un despido, documentación, testigos, peritajes, investigación y declaraciones.


Fuente: http://bit.ly/f3RPe4

Trabajo en exceso "marchita" al corazón


De acuerdo con un estudio publicado por un grupo de especialistas británicos de los Annals of Internal Medicine, trabajar más de once horas diarias puede generar desarrollo de enfermedades cardiacas y afectar la salud al comer alimentos insalubres, publicó El Mundo.

Durante 11 años se observaron las alteraciones de siete mil trabajadores, entre 39 y 62 años, con horarios normalmente extenuantes. El estudio encontró que el 67 por ciento de las personas que laboran más de 11 horas son más propensos a sufrir males coronarios, que aquellos que laboran entre siete y ocho horas.

Los participantes en el análisis no presentaban problemas médicos, según los exámenes aplicados a principios de los años 90. Sin embargo, tras más de una década de horas extra, su salud decreció y al menos 192 de ellos terminaron con males cardiacos.

Los investigadores comentaron que aún hace falta investigar más sobre la relación entre los horarios laborales extensos y las dolencias coronarias; pero dejaron en claro que es un factor que aumenta el llamado índice de Framingham, con el que los cardiólogos estudian el riesgo de que las personas puedan padecer una enfermedad cardiaca.

Fernando Sarráis, autor del libro Aprendiendo a vivir: el descanso, dijo que las jornadas extenuantes no sólo afectan a nivel físico, pues tienen un impacto en el psicológico, que al estar bajo mucha presión deriva en otros males.

Por su parte, Petra Sanz, miembro de la Fundación Española del Corazón, comentó que trabajar demasiado también afecta la ingesta de alimentos nutritivos, pues los trabajadores tienen que buscar en la calle todo tipo de comestibles que satisfagan el hambre, pero no al cuerpo.

Los costos de ser adicto al trabajo

Por: Ivonne Vargas Hernández

7 de cada 10 mexicanos padecen esta afección y 2 de cada 10 duermen menos de 45 horas semanales; esta actitud puede generar insatisfacción laboral, problemas de salud y con la familia o pareja.

La adicción al trabajo puede ocasionar desde estrés y aburrimiento hasta conflictos maritales, divorcios y desgaste de la salud.

Para las empresas es importante incrementar la productividad y reducir los gastos, pero... ¿las compañías se preocupan por lo que esto puede causar en la salud de los trabajadores? En el continuo esfuerzo por cumplir con las metas que se plantean en la oficina, el profesionista puede terminar generando adicción al trabajo y desmotivación.

Este fenómeno laboral se está convirtiendo en una situación común para los mexicanos. Según una encuesta realizada por el portal electrónico Trabajando.com entre 3,000 personas, un 66% considera que tiene cierta adicción a su vida laboral.

La mitad de los encuestados (un 55%) dice haber sufrido alguna vez de estrés, el 18% refiere desgaste físico y psicológico; 14% pérdida del apetito; 9% irritabilidad, y un 4% sufre depresión.

La presión que un trabajador enfrenta por querer subir de categoría y mejorar los ingresos, ha recibido diferentes nombres, desde adicción hasta "entrega" y "síndrome de la alta productividad".

Cualquiera que sea el concepto, las consecuencias de tener más trabajo del que se puede aceptar son: descuido personal, al aburrimiento por la monotonía en las actividades o la intensidad laboral; y estos síntomas son la primera etapa. Después esas características se transforman en agotamiento y enfermedad, indica la investigadora de la FES Iztacala María Hernández Pozo, autora del proyecto Trabajolismo: Radiografía contingencial de una adicción.

"Es importante que las personas tengan en cuenta que es importante trabajar para vivir y (no viceversa). Si bien es atractivo tener un puesto estratégico en una organización, con grandes responsabilidades y beneficios, eso no sirve de nada si la persona no está sana", expresa la country manager de Trabajando. com México, Margarita Chico.

El espacio dedicado a la familia es el que generalmente se ‘sacrifica'. El 39% de los participantes en el sondeo del portal laboral, refieren el ‘costo' de no ver a sus hijos ni compartir momentos con ellos. Un 36% apunta hacia la falta de horas disponibles para convivir con los amigos, y un 25% asegura estar en problemas en la relación de pareja debido a la falta de tiempo por trabajo.

Hay que tener claro que mayor tiempo laboral no es sinónimo de ser mejor en temas de productividad, lo importante es organizarse y priorizar actividades para rendir más, sugiere Chico.

Decisión propia

Para Hernández Pozo, diversas investigaciones en adicción al trabajo señalan que hay dos tipos de trabajólicos: los que están satisfechos con este tipo de rutinas, y aquéllos que lejos de estarlo reportan problemas de salud, insatisfacción con sus carreras y sus relaciones familiares.

"Las personas generalmente saben que deben cumplir horas extras y esforzarse más para tener su empleo. Eso es común, el problema es cuando el profesionista llega al grado de sólo enfocarse en su trabajo y, a veces, se valida sólo a través de éste", señala la psicóloga Martha Noriega.

Sobre las consecuencias que acarrea el ‘trabajolismo', a pesar de no existir un acuerdo entre especialistas sobre el efecto potencialmente dañino de este factor, la mayor parte coincide en identificar situaciones como conflictos maritales, divorcio, desgaste personal y de salud, indica la investigadora de la FES Iztacala en su proyecto.

El sondeo de Trabajando.com también arrojó el número de horas que duermen a la semana los profesionistas entrevistados. El 34% lo hace entre 45 y 50 horas, y un 17% dice descansar menos de 45 horas.

Hernández Pozo puntualiza que las largas jornadas se asocian a un desempeño pobre y un deterioro físico que puede llegar a ser severo. "Esta tendencia, actualmente, es común en ciertas culturas laborales, como la japonesa, donde (incluso) hay un término para denominarla, karoshi, que significa ‘morir debido a una exagerada dedicación al trabajo'. El deceso ocurre, normalmente, por causa de un accidente cardiovascular, como un infarto".

Errores más comunes del empresario PyME

Advierte Condusef que es común que los propietarios se sientan con los conocimientos suficientes en todas las áreas del negocio.

 

Un buen ejercicio antes de decidirte a emprender consiste en cuestionarte cosas como ¿qué necesidad satisface mi producto o servicio? o bien ¿qué ofrece mi producto o servicio?

Un error común es que los propietarios se sientan con los conocimientos suficientes en todas las áreas del negocio, y eviten cualquier insinuación de asesoría o apoyo.

La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) propone para el pequeño y mediano empresario una lista con los diez errores más comunes que terminan con la vida de las PyMES.

  • AUSENCIA DE UNA CULTURA EMPRESARIAL: La mayoría de las PYMES pocas veces se plantean cuál es su misión, visión y valores. Son empresas que no se cuestionan ¿por qué existen como organización?, ¿por qué nos compran los clientes?, ¿cuál es nuestro propósito?, ¿cuáles son nuestros valores? El no plantearse lo anterior y mucho menos, no tener una respuesta al respecto, envía mensajes confusos a clientes, proveedores y empleados sobre quién eres como empresa y hacia dónde te diriges.
  • FALTA DE ANÁLISIS ESTRATÉGICO: Muchas PYMES inician actividades o abordan el mercado con lo que creen que necesitan y no con lo que requieren en realidad. Ignoran oportunidades que pueden aprovechar, como por ejemplo simplificación de trámites o eliminación de aranceles, y pasar por alto aspectos que pueden acabar con ellos como, mayor competencia, productos innovadores, escasez de mano de obra calificada o dificultades para hacerse de materias primas.
  • MALA ADMINISTRACIÓN: La mala administración del negocio es una de las causas principales del fracaso de las Pymes. Muchas empresas surgen de una corazonada más que de un conocimiento significativo del negocio y sus características.
  • INCOMPETENCIA PERSONAL: Son muchas las empresas que fracasan debido a la incompetencia del dueño para llevar las riendas de un negocio. Para evitarlo un buen consejo es recurrir a los famosos simuladores de negocios que te ayudarán a evaluar qué tan preparada estás para dar el gran salto de empleada a empresaria.
  • CREERSE TODÓLOGO: Otro error común de quien incursiona en los negocios es jugar a ser "todólogo" por demasiado tiempo, ya que resta a la empresa la oportunidad de crecer a partir de una falta o ausencia de pensamiento estratégico de su dueño o director general.
  • MALA PREVISIÓN FINANCIERA: Con más frecuencia de lo que se cree, los empresarios caen en la trampa de la mala planeación financiera porque no determinaron con anticipación los fondos necesarios para poner en marcha la empresa y cómo van a obtener el capital. Por ello, hay que definir previamente la estructura financiera de la empresa y hacer una previsión de su rentabilidad a mediano plazo.
  • ADQUIRIR DEUDA SIN PREVISIÓN: Es importante tener en cuenta que el crédito no siempre es la solución para la PYME. Es importante definir cuál es nuestro objetivo, cómo lo podemos lograr y si es con crédito o no, como lo vamos a lograr. Es necesario realizar y con disciplina dar seguimiento al presupuesto que realicemos.
  • CENTRALIZAR EL PODER: Se estima que por cada seis empresas que se crean en primera generación, sólo una llegará a la tercera generación, es decir que difícilmente una empresa creada ahora, va a ser administrada al paso del tiempo por los nietos.
  • AUSENCIA DE CONTROLES: Es importante tener medidas de control, de lo contrario tendrás fallas en la operación de tu organización. Hay que tener control de gastos, control de ventas, control de inventarios, control de producción etcétera. Así como tener al día los manuales de operación (por aquello de que se vaya un empleado llevándose consigo el capital intelectual) y toda la documentación de la empresa en regla.
  • FALTA DE PLANEACIÓN: Con frecuencia las PYMES no contemplan el tema de la planeación. Van solucionando las cosas según se presentan sin comprender que esta forma de trabajar limita por mucho el crecimiento de la empresa.

Para evitar todo lo anterior, Condusef asegura que lo ideal es que en la primera oportunidad contrates al personal que necesitas para contabilidad, producción, ventas, recepción, logística, etcétera, lo que te ayudará a enfocar tus energías a la memoria de tu negocio.

De igual forma, exhorta a definir si no hay otros mecanismos de financiamiento porque a veces lo que se requiere es capital (socios) y no crédito y si ésta es la opción, debe estar bien definido cómo se aprovechara y qué consecuencias tendrá, en cada caso

Finalmente, recomienda establecer reglas jurídicas y morales, para descentralizar el poder y buscar la profesionalización de la institución.

* Con información de Condusef

Fuente: http://bit.ly/f2f77m

Dirigir

Dirigir es hacer las cosas adecuadamente; liderar es hacer las cosas adecuadas. Peter Drucker

5 pasos para convertirte en director

Por: Ivonne Vargas

 

Armar un equipo de aliados es un recurso vital para ganar una dirección. Hay nuevas reglas sociales; los colaboradores tienden a elegir a un jefe que los escuche e incluya, y no sólo sea ‘simpático’.

Quien anda tras una jefatura se mueve para proponer la respuesta a un problema que está presentando la firma.

 

En el siglo XX, un buen director era el que tenía toda la información y se desempeñaba como líder carismático. Hoy, se necesita más que ‘simpatía' para lograr que los colaboradores en una organización crean en un proyecto y lo hagan suyo. Existen nuevas reglas para llegar a la ‘cima'. 

 

Con plantillas recortadas, empleados a quienes se les pide más esfuerzo por menos recompensa económica y mercados competitivos, son necesarios los directivos a prueba de ‘altibajos' y que hagan del compromiso con su gente una constante.

 

Lejos quedó la etapa en que la gente gustaba de trabajar con alguien que sólo delega o es puro carisma. Es más, carecer de un jefe que sepa comunicar lo que se busca en la empresa e incentive, en lugar de sólo dar órdenes, puede causar la renuncia del colaborador, según refiere una encuesta del proveedor de soluciones de trabajo Regus

 

Andar ‘por la vida' como un Barack Obama (aunque en la actualidad su gobierno enfrente varias desventajas) tiene sus ventajas. Especialistas en neurolingüística, como Mónica de las Heras, autora del libro El secreto de Obama, señala que el mandatario reúne características que puede aplicar cualquiera que aspire a convertirse en titular de un área o empresa, como estar en contacto con los subordinados y portarse como una persona ‘común y corriente'.

 

Llegar a la cumbre, convirtiéndose en director o hasta CEO, puede ser lo ‘mejor' que ocurra a nivel profesional. Sin embargo, antes de iniciar la carrera cuesta arriba, hay que plantearse si se está listo para luchar por "las grandes ligas". 

 

De acuerdo con una investigación realizada por la Business School (IESE) de la Universidad de Navarra y la consultora Burson Masteller, entre los motivos para buscar esa posición sobresalen: deseo de querer implementar ideas propias, percibir mayores ingresos y cumplir- en lo profesional- con los retos que ese puesto representa.

 

También hay inconvenientes, como la dificultad para conciliar la vida personal con la laboral, y la obligación de tomar diario decisiones difíciles, que incluso pudieran poner a la persona ‘a prueba', como comandar los despidos.

¿Síndrome de directivo?

Como las posibles 'desventajas' de ese puesto son conciliables y hasta favorables para muchos, la siguiente pregunta es si tienes 'madera' para ser director. 

 

El análisis de la IESE señala que un director o CEO presenta atributos como: buscar retos con una probabilidad aceptable de poderse cumplir; no les interesa lo que es muy cómodo o imposible y buscan resultados a mediano y largo plazo, no a corto.

 

"Quien anda tras una jefatura se mueve para proponer o descubrir la respuesta a un problema o necesidad que está presentando la organización. Y no necesariamente se requieren múltiples títulos profesionales. Si la persona es capaz de observar, hacer buenos contactos dentro y fuera de la empresa, y cuando hay dificultad ‘aguanta' la crisis sin amenazar con irse del lugar de trabajo, tiene altas posibilidades de llegar a un puesto con más jerarquía", detalla la psicóloga del trabajo adscrita a la UNAM, Leticia Pérez. 

 

Según la IESE, la persona que va por la ruta de llegar a una dirección e -incluso- ser CEO, empieza por buscar las posiciones en las que habrá desarrollo en la compañía. Después se prepara en ciertas habilidades, como delegar; dirigirse a personas de mayor trayectoria sin lucir como inexperto y tejer una red de contactos internos y externos que lo ayuden en su meta. 

 

"Para un futuro director es vital hacer amigos en todos y cada uno de los puestos que vaya teniendo, eso le dará aceptación y empuje cuando se impulse para llegar a otra jerarquía, porque generalmente esos puestos pueden ser ‘peleados' por varios, y como candidato necesitas sumar votos en toda tu trayectoria", añade la especialista. 

 

Tomar la decisión de ir "por el gran puesto" puede generar sensaciones contradictorias; la más común, celo profesional por parte de los compañeros de trabajo, dice Leticia Pérez. Así que es importante 'cambiar el chip' y saber que en la "carrera iniciada deberás hacer cambios en tu comportamiento como profesional"·. A decir de la especialista, eso implica situaciones como:

 

1. Armar equipo. Un director está condenado a fracasar si no sabe 'ganarse' a aquéllos que pueden impulsar su meta o con quienes trabajará. Hay que empezar por averiguar si en ese grupo de gente hay líderes ‘informales', que con su opinión y la forma de dirigirse pueden ayudarte a conseguir la aceptación de otros. Es fundamental interrelacionarse frecuentemente con ellos para ganar confianza y manejar un nivel de información que no todos dominen.

2. Ser proactivo. Los aspirantes a ese puesto necesitan conseguir un resultado destacado y rápido, en especial si su ‘movilidad' empieza a despertar 'el celo' de otros. Básico: centrarse en un objetivo tangible, involucrar al equipo de aliados en ello y definir cuándo y qué resultados se conseguirán con tal acción. Si la persona logra un acierto, gana visibilidad, dice Pérez.

 

3. Conocimiento propio. El secreto para avanzar en la carrera por la dirección es tener bien claro fortalezas y el lado 'débil y difícil' como persona, porque eso ayuda a prever y trabajar mejor una reacción cuando se presenten problemas en la búsqueda de ese nuevo puesto, señala Mark Thomas, coautor del libro El directivo perfecto.

4. Centrarse en un aspecto. Un director tiene que hacer tres cosas bien: marcar el 'tono', es decir, generar algo diferente con respecto a lo que hacen otros y alienar a las personas a un objetivo. Para ello, es necesario tener dominio de lo que pasa en la organización, así como los problemas, debilidades y aciertos del área que pretende dirigir. Una vez que se tiene una "radiografía" de la empresa hay que trabajar ideas concretas, y éstas pueden ser producto de la información que provea la red de contactos. Así que la fórmula es: escuchar+ sumar voluntad con otros+ detectar dónde hacerse presente, sugiriendo cambios o nuevas dinámicas.

 

5. Cuida el ego. Estar en proceso de escalar a un puesto de mayor nivel dentro de los organigramas, significa que has decido emprender un camino en el que se está expuesto a todo tipo de comentarios y acciones; algunos serán halagos y, en otros casos, descalificaciones. En lo personal, se puede caer en la tentación de pensar que sólo lo que tú haces o propones es valioso, o puede ganarte la obsesión por ser el único "en la mira" del nuevo puesto.

 

El mensaje es: cuidado con perder el piso, y entrénate en detectar qué te llevará al éxito, en qué críticas -positivas y negativas- necesitas redoblar esfuerzos para ganar la posición. 

 

"Quienes han pasado por jefaturas son más expertos en el tema, pero quien quiere ser jefe por primera vez, puede llegar a apanicarse, por ello es importante que un externo te ayude como coach en ese proceso; qué te diga por dónde ir y por dónde no para tener más posibilidad de quedarse en el puesto", puntualiza Leticia Pérez.

 

 

Fuente: http://exp.mx/n002V69

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11 preguntas para ser un franquiciatario

1. ¿Qué incluye la inversión inicial?
2. ¿Qué tipo de capacitación te darán para iniciar?
3. ¿Te ofrecen material publicitario y por cuánto tiempo?
4. ¿Cuántas franquicias
5. ¿Cuáles son los conocimientos básicos que requieres para operar la franquicia?
están en funcionamiento y dónde?
6. ¿Hace cuánto tiempo ofrece el modelo de negocio?

En el caso de que la franquicia requiera de productos especiales para funcionar, por ejemplo, una tienda de postres gourmet para diabéticos que precisa de alimentos específicos para clientes que padecen de este mal, debes preguntar lo siguiente:

1. ¿Si te darán precios especiales para surtir el negocio con los productos?
2. ¿Para iniciar te darán la materia prima?
3. ¿Ese primer stock es para cuántos meses de funcionamiento?
4. ¿Si descubres otro proveedor que te resulte más económico, puedes comprarle?
5. ¿Cada cuánto tiempo te surten el negocio?


    Fuente: http://exp.mx/n002UL0

    How to Conduct a Virtual Meeting

    by Nick Morgan

    Virtual meetings are the suboptimal reality of most information workers' lives. They save on travel time and costs, but they deprive meeting-goers of a host of non-verbal signals that help us understand each other. Without the body language, the information stream goes down from broadband to dial-up, the signal to noise ratio goes up, and the possibility for miscommunication accordingly rises.

    And it's not just the visual cues that are missing. The quality of most phone lines and digital voice lines are quite poor, so a huge amount of vocal tone is also lost, and the resulting loss of nuance makes virtual meetings even less satisfying and more difficult.

    So what's to be done? Here are five steps you can take to help put some of the richness back into a virtual meeting.

    1. Recognize that virtual meetings are suboptimal and plan accordingly. Do the less important things via virtual meetings whenever possible. Save the emotional stuff for face-to-face meetings, because it's emotions and attitudes that are conveyed mostly via body language. So if you're kicking off something important, or celebrating a big win, bite the meeting bullet and bring everyone together. In the virtual meetings, do the routine information-sharing stuff. Trying to solve disagreements or rev people up via a digital phone line is pure folly. Our emotional investment in a phone call is simply less than in a face-to-face meeting, and the lack of visual and tonal information makes it much harder to get key messages across.

    2. Plan the virtual meeting in 10-minute segments. Recent evidence suggests that attention spans may be about 10 minutes long in this computer-addled, information-overloaded age. Our attention spans are certainly no longer on a phone, so plan your meeting in short segments and take breaks in between. The breaks will allow people to re-engage.

    3. Pause regularly for group input. One of the first casualties of a virtual meeting is group participation. The overwhelming tendency is to put the phone on mute and take care of other chores while half-listening. You can keep the group involved by going around the phones asking for input. In a face-to-face meeting, you're able to tell how people are doing by monitoring their body language. In a virtual meeting, you need to stop regularly to take everyone's temperature. And I do mean everyone. Go right around the list, asking each locale or person for input.

    4. Label your emotions, and ask others to do the same. Lacking visual cues, we have a very hard time reading other people's attitudes, so make yours clear and train other people on the call to do the same. Say, "I'm excited about this next bit of news, because it means that.." Or, "Jim, I'm really surprised to hear that third quarters numbers aren't improving. Surprised and worried, actually. How are you feeling about them?" You've got to put back in what the phone lines are removing.

    5. Don't neglect the small talk — but use video. Face-to-face meetings keep a group tight and cohesive through all the non-verbal signals of solidarity and for the ability of groups to share emotions. That's much harder to do via virtual meeting. So put the fun and sharing in through small talk — but make it video small talk. Get the group to send each other 30-second or 1-minute clips of what they're up to or what the weather's like where they are. Technology makes these clips easy to do, and they help remind people of the visual existence of each other even when not physically co-present. Put some of that money you're saving on travel to good technological use.

    Virtual meetings will never replace the need for humans to exchange emotional and unconscious non-verbal information through face-to-face exchanges, but they can be made to do for all but the most important purposes.

    Dr. Nick Morgan is President of Public Words Inc., a communications consulting company, and the author of Give Your Speech, Change the World, and Trust Me: Four Steps to Authenticity and Charisma. He writes and speaks frequently on communications issues.


    Fuente: http://ow.ly/46yEc

    How to Write a Great Business Plan

    by William A. Sahlman


    Few areas of business attract as much attention as new ventures, and few aspects of new-venture creation attract as much attention as the business plan. Countless books and articles in the popular press dissect the topic. A growing number of annual business-plan contests are springing up across the United States and, increasingly, in other countries. Both graduate and undergraduate schools devote entire courses to the subject. Indeed, judging by all the hoopla surrounding business plans, you would think that the only things standing between a would-be entrepreneur and spectacular success are glossy five-color charts, a bundle of meticulous-looking spreadsheets, and a decade of month-by-month financial projections.

    Nothing could be further from the truth. In my experience with hundreds of entrepreneurial startups, business plans rank no higher than 2—on a scale from 1 to 10—as a predictor of a new venture’s success. And sometimes, in fact, the more elaborately crafted the document, the more likely the venture is to, well, flop, for lack of a more euphemistic word.

    What’s wrong with most business plans? The answer is relatively straightforward. Most waste too much ink on numbers and devote too little to the information that really matters to intelligent investors. As every seasoned investor knows, financial projections for a new company—especially detailed, month-by-month projections that stretch out for more than a year—are an act of imagination. An entrepreneurial venture faces far too many unknowns to predict revenues, let alone profits. Moreover, few if any entrepreneurs correctly anticipate how much capital and time will be required to accomplish their objectives. Typically, they are wildly optimistic, padding their projections. Investors know about the padding effect and therefore discount the figures in business plans. These maneuvers create a vicious circle of inaccuracy that benefits no one.

    Don’t misunderstand me: business plans should include some numbers. But those numbers should appear mainly in the form of a business model that shows the entrepreneurial team has thought through the key drivers of the venture’s success or failure. In manufacturing, such a driver might be the yield on a production process; in magazine publishing, the anticipated renewal rate; or in software, the impact of using various distribution channels. The model should also address the break-even issue: At what level of sales does the business begin to make a profit? And even more important, When does cash flow turn positive? Without a doubt, these questions deserve a few pages in any business plan. Near the back.

    What goes at the front? What information does a good business plan contain?

    If you want to speak the language of investors—and also make sure you have asked yourself the right questions before setting out on the most daunting journey of a businessperson’s career—I recommend basing your business plan on the framework that follows. It does not provide the kind of “winning” formula touted by some current how-to books and software programs for entrepreneurs. Nor is it a guide to brain surgery. Rather, the framework systematically assesses the four interdependent factors critical to every new venture:

    The People. The men and women starting and running the venture, as well as the outside parties providing key services or important resources for it, such as its lawyers, accountants, and suppliers.

    The Opportunity. A profile of the business itself—what it will sell and to whom, whether the business can grow and how fast, what its economics are, who and what stand in the way of success.