El miedo e incertidumbre son las emociones más frecuentes a causa de la debacle financiera; el estrés generado por angustia puede disminuir la productividad hasta en un 50%, alerta un experto.
Por: Tania M. Moreno
El miedo y la incertidumbre son las emociones más frecuentes de un empleado a raíz de la crisis laboral, de acuerdo con un especialista.
La crisis económica no sólo cambió la organización y ajustó los presupuestos de las empresas, también modificó el comportamiento de los trabajadores y el clima laboral, asegura el consultor especializado en Comunicación para la Calidad, Carlos Muñoz.
"La gente no toma decisiones en su trabajo porque tiene miedo a equivocarse y ser despedido (...), están estancados porque nadie quiere ser el próximo que se vaya", dice Carlos Muñoz.
Además del estrés producido por el entorno económico y el enrarecimiento del clima laboral, los trabajadores cada vez son menos capaces de manejar sus emociones para impedir que se conviertan en un problema real.
El 20% de los mexicanos padece estrés laboral, que es ocasionado principalmente por la excesiva carga de trabajo, la indefinición de roles y un mal clima laboral, según datos de Bumeran.com México y el Instituto Mexicano del Seguro Social.
El aumento de estrés en un trabajador, generado por factores de angustia, puede disminuir hasta un 50% la productividad laboral al impedir la concentración y aumentar la tensión, de acuerdo con especialistas en el manejo de capital humano.
"Las empresas deben entender que el manejo de las emociones es fundamental, si un empleado no aprende a darles un cauce positivo, tarde o temprano saldrán a flote en una forma negativa y descontrolada", refiere el consultor.
Como consecuencia las compañías tendrán cada vez más empleados desmotivados, tristes y con dificultad para concentrarse. "Con una plantilla así es difícil lograr las metas establecidas", dice Muñoz.
Las emociones se contagian, de ahí la importancia de conservar un clima laboral que permita el correcto y sano desempeño de los empleados dentro de una organización.
A continuación, algunos consejos del experto para que tus emociones no se conviertan en un obstáculo para desarrollar tu trabajo:
Reconocer tus emociones: lo esencial es expresarlas y hablar de ellas. "Se pueden contener, pero no reprimir", dice Muñoz. Es importante expresarlas con uno mismo y respirar profundo, de esta forma la emoción pierde fuerza y comienza a pasar, lo que impedirá que pierdas los estribos o hagas cosas de las que luego te arrepentirás.
Todas las emociones tratan de decirte algo: por incómodas o inoportunas que parezcan, siempre ayudan a establecer límites cuando algo no nos gusta. Las emociones permiten también pedir tratos más justos, cambiar la estrategia o ayudan a buscar alternativas. Recuerda que el secreto está en cómo manejarlas sin que te manejen a ti.
Aprovecha las ganancias secundarias: no existen emociones negativas, sino mal controladas. Por ejemplo, si tienes miedo, puedes en ese momento tener el coraje suficiente para llevar a cabo una acción que te permita un bienestar posterior
Evita el pesimismo: aunque las noticias y el panorama no sean halagadores, todo depende del cristal con que se mire. En vez de enumerar todas las deficiencias, motiva a tus empleados, equipo o compañeros con retos. "Además de relajar el ambiente, la propuesta de retos ayudará a incentivar la productividad y mejorar los resultados", finaliza el consultor.
Fuente:
http://www.cnnexpansion.com/mi-carrera/2009/08/11/miedo-laboral-la-otra-cara-de-la-crisis
No hay comentarios:
Publicar un comentario