"Parece que no tener tiempo para nada que no sea el trabajo los hace menos. Si se pasan las noches en vela o traen cicatrices del trabajo en las manos, lo dicen con orgullo. Pero si yo les quiero contar sobre mis clases de gimnasia o mi trabajo de ocho horas, lo minimizan como si no fuera importante", me contaba una amiga hace unos días.
La adicción al trabajo es una de las más aceptadas socialmente porque "la adicción al trabajo tiene esfuerzos y recompensas de tipo profesional", explica Fernando Mansilla Izquierdo, psicólogo del Ayuntamiento de Madrid, en entrevista con templeo.com.
Sin embargo, el esfuerzo excesivo que las personas dedican a su trabajo puede resultar contraproducente para las empresas que los contratan. "(Los adictos al trabajo) trabajan más de lo que se les pide. Suelen presentar un buen rendimiento a corto plazo en el trabajo, pero sus altas expectativas con respecto a sí mismos los llevan a plantearse metas cada vez más difíciles, muchas veces inalcanzables, que desembocan en problemas de rendimiento a medio-largo plazo", explican especialistas de la Red Organizacional de Trabajo de Prevención psicosocial (WoNT).
Asimismo, resultados de un estudio publicado en la revista Career Development International mostraron que mientras más adicta al trabajo es una persona, presenta menor satisfacción profesional y laboral y mayor intención de renunciar a su empleo actual.
Pero los workaholics no sólo rinden menos a largo plazo y tienden a la insatisfacción profesional, sino que además entorpecen la dinámica de trabajo debido a deficiencias y comportamientos provocados por su adicción como una pobre comunicación interpersonal, rigidez y niveles de exigencia agobiantes.
Los efectos en las relaciones laborales
Los adictos al trabajo padecen de "una casi incapacidad para comunicarse con los otros, y para delegar. Así, normalmente trabajar en equipo les será muy difícil, siendo frecuente que en el entorno inmediato tengan problemas con compañeros y colaboradores", apuntan los psicólogos del WoNT.
Asimismo, "suelen generar conflictos interpersonales sobre todo con los compañeros y los subordinados, ya que generalmente nadie cumple las expectativas laborales del adicto, lo que les lleva al aislamiento social. Este aislamiento les conduce a realizar más horas de trabajo, y así sucesivamente", indicó en entrevista Mansilla, autor de diversos artículos de psicología laboral.
De acuerdo con el especialista en psicología clínica, los compañeros del workaholic reaccionan de forma ambivalente ante éste: por una parte con rechazo y por otra con envidia por los éxitos profesionales. En muchas ocasiones el adicto les hace sentirse incapaces e incompetentes. En contraparte -apunta el psicólogo- el afectado suele pensar que sus compañeros no adictos al trabajo carecen de ambición y de competitividad, que son conformistas e imperfectos en sus labores.
Con todo ello, "el clima laboral se ve enrarecido porque la dinámica de las relaciones interpersonales que se establecen parte de un tipo de comunicación pobre con falta de confianza y colaboración y una distorsión y descompensación entre los objetivos laborales de los adictos laborales y los demás trabajadores, lo que puede dar lugar a conflictos interpersonales", explica Mansilla.
Respecto a el origen material de los conflictos, en muchas ocasiones se puede deber a la exigencia del adicto. Ya mencionamos la imposibilidad de cumplimiento de las expectativas laborales del adicto. Mansilla Izquierdo agrega al respecto que "en una inmensa mayoría el nivel de exigencia es agobiante y muy alto tanto a los subordinados, como a los compañeros y jefes, sobre todo si el éxito de su trabajo depende de algún modo de ellos".
¿Cómo tratar con un adicto al trabajo?
Si laboramos directamente con un adicto al trabajo o tenemos un subordinado que padece esa condición, el psicólogo Mansilla recomienda no exigirle que consulte a un especialista en salud mental, "pero sí aconsejarle que su problema puede tener un abordaje psicoterapéutico con el mismo esquema que cualquier otra adicción, para recobrar el equilibrio laboral y personal en su vida, es decir un equilibrio entre el trabajo, la familia y el ocio y el tiempo libre".
Además aconseja orientarle con algunos mensajes claves como:
* Hay una gran cantidad de cosas para disfrutar, no sólo el trabajo.
* En las tareas laborales es importante y necesario delegar.
* La jornada laboral es de ocho horas.
* El trabajo para realizar en casa debe ser la excepción.
¿Cómo resolver un conflicto?
Para resolver un conflicto con un workaholic, al igual que con otras personas, podemos utilizar el método DEPA:
Descripción.- Describir claramente la situación que nos desagrada o que deseamos cambiar.
Expresión- Expresar los sentimientos propios en primera persona, sin acusar al otro.
Petición- Pedir un cambio concreto de conducta.
Agradecimiento- Agradecer la atención del otro a nuestra petición.
Aunque la adicción al trabajo es una enfermedad como muchas otras dependencias, de acuerdo con un sondeo realizado por Consulta Mitofsky hace cinco años, dos de cada tres mexicanos se considera adicto al trabajo, mientras que cifras de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) indican que en ese entonces aproximadamente uno de cada tres trabajaba más de 48 horas a la semana.
¿Quieres saber si tienes rasgos del adicto al trabajo? Responde este cuestionario del WoNT.
Fuente: http://recursos.templeo.com/consejos/123441/como-impacta-workaholic-al-clima-laboral
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