Para ganar la confianza de tus empleados, debes aprender a enviar los mensajes correctos; la gente actúa en niveles que van de la reacción a la razón. Si los conoces, puedes aprovecharlos.
¿Tu equipo de trabajo no satisface las necesidades de productividad del negocio? ¿El nivel de rotación de personal en tu empresa es alto? ¿Quieres innovar, pero la gente se resiste al cambio? ¿No sabes cómo motivar a los empleados? ¿Tus ganancias van en picada?
El principal problema es que no te has dado a la tarea de tomar el liderazgo de tu empresa, pues "un buen líder convence y motiva", dijo Ricardo Perret, presidente ejecutivo de Mindcode, en el marco de la décima edición del Leadership & HR Summit.
"¿Qué es necesario para convencer? Conocer", explicó Perret. Sin embargo, el conocimiento debe ser a nivel del inconsciente, pues es en esta parte del individuo donde radican el 85% de las decisiones que toma.
Pero, ¿cómo conocer el inconsciente de las personas? Tratando de descubrir cuáles son sus sueños, sus miedos, sus motivaciones, sus metas, su historia de vida, es decir, todo aquello que el reclutador de recursos humanos no ve cuando hace una entrevista de trabajo, pues más allá de poner atención en el talento, toma decisiones con base en un currículo.
El ejecutivo aseguró que es necesario que un líder sea congruente en el tiempo y que se pregunte si sus "vibraciones", aquellos mensajes no verbales que emite, están alineados con la filosofía de la organización.
Para ello el líder debe conocer los códigos que se manejan en cada uno de los nichos del capital humano y que se hallan albergados en los tres cerebros: el reptílico, el límbico y el córtex, categoría usada por el neurólogo Paul Mcklein.
De acuerdo con este científico, el ser humano cuenta con tres cerebros distintos y cada uno de ellos recibe mensajes distintos de la realidad:
Los tres cerebros
Reptílico: es el cerebro de la supervivencia y, por ende, es el dominante. En él se hallan instintos, no razones. En esta parte se halla fundamentalmente el inconsciente.
Límbico: este es el cerebro de los sentidos y las emociones. ¿Alguna vez al oler un perfume has recordado una vivencia en particular? El cerebro límbico se encargó de traerla de vuelta.
Córtex: también conocido como neocórtex se divide en los hemisferios, derecho e izquierdo. Es el cerebro racional, el de los cálculos numéricos y de la evaluación funcional.
Por ejemplo, se ha descubierto que una de las principales carencias que sufren los trabajadores en la actualidad es la seguridad en su trabajo. Frente a la ola masiva de despidos que se ha generado alrededor del mundo, una persona no sabe si se mantendrá en la empresa el día de mañana.
Si la empresa y su líder dan seguridad sobre la permanencia del empleado en la organización, estarán enviando un código que el cerebro reptílico se encargará de descifrar; en este momento estará trabajando en el inconsciente de su empleado.
No obstante, aclara Perret, en cada acto del ser humano trabajan los tres cerebros.
Si los empleados ven que la empresa está despidiendo gente o que ya no tiene la misma solvencia económica, aunque el líder les asegure su permanencia en el trabajo, los miembros de la organización le restarán credibilidad y sentirán inseguridad.
En este aspecto, es la congruencia lo que te dará liderazgo.
Los ocho pasos
Con base en un estudio realizado en cinco países de América Latina, Ricardo Perret asegura que son ocho los elementos que la empresa debe proporcionar a un empleado para ser más productivo y alinearse con los objetivos de la organización:
1. El negocio debe ser realmente competitivo e innovador.
2. Que los productos o servicios que genere den valor agregado a los clientes.
3. Ser empático con los clientes internos (trabajadores) y externos (consumidores), así como con el entorno.
4. Fomentar la convivencia entre sus distintos elementos.
5. Posicionarse como "Second best place in your day" (segundo lugar favorito en tu día), es decir, que los espacios de trabajo sean agradables y cómodos.
6. Life 360˚: a la empresa le debe importar el bienestar físico y mental del individuo.
7. Dar certidumbre: que el trabajador se visualice en el futuro de la empresa.
8. Facilitar el desarrollo de personal: que a la gente se le reconozca, motive e incentive.
De esta forma más talento humano querrá trabajar en tu organización, pues verá en ella un espacio para desarrollar su potencial y establecer una carrera profesional a largo plazo, que se traduzca en menor rotación de personal, mayor productividad, innovación y ganancias.
Fuente:
http://www.cnnexpansion.com/emprendedores/2010/06/01/los-tres-cerebros-del-lider
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