Científicos españoles presentaron ayer una nueva herramienta de diagnóstico para medir la adicción al trabajo. El nuevo cuestionario, llamado DUWAS, soluciona dos de los problemas de validación que tenían las anteriores pruebas para medir la adicción al trabajo, elaboradas en Alemania y Estados Unidos, WorkBat y WART.
Según la nueva herramienta, dada a conocer por la Universidad de Jaume, en Valencia, una persona debe ser considerada adicta al trabajo si dedica más de 12 horas al día a su actividad laboral, pero sobre todo si cuando ha dejado de trabajar desarrolla síntomas de ansiedad y falta de motivación para acudir a actividades sociales.
La línea donde un trabajador dedicado se acerca a la adicción al trabajo, aparece cuando se labora más de 50 horas en una semana de cinco días, por ejemplo de lunes a viernes. El estudio fue publicado en la revista española Psicothema y avalado por la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS).
Cuando los especialistas aplicaron la nueva herramienta de diagnóstico a un conjunto de españoles, identificaron que al menos el 12 por ciento dedica más de 12 horas diarias de su día al trabajo.
“La adicción al trabajo es un problema psicosocial que se caracteriza por dos aspectos: trabajar obsesivamente y trabajar compulsivamente”, argumentó Mario del Líbano, investigador principal de este estudio, desarrollado en la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad de Jaume.
El nuevo método de diagnóstico fue publicado el pasado lunes y difundido el martes en Estados Unidos por la Asociación Americana para el avance de la ciencia (AAAS, por sus siglas en inglés).
Entre los especialistas en psiquiatría que revisaron la nueva herramienta, uno de los datos que llamó más la atención es la estructura bi-factorial de la adicción al trabajo. En sus resultados no sólo se observan los estados de ansiedad que desarrollan las personas adictas al trabajo cuando no están en su actividad laboral, también se investiga qué tanto bienestar y sensación de felicidad pueden desarrollar las personas cuyas calificaciones los identifican como adictos al trabajo.
“Trabajar mucho no significa que uno sea workoholic o adicto al trabajo. El síndrome se presenta en realidad cuando las personas empiezan a experimentar sentimientos característicos de la ansiedad o graves sentimientos de culpa, por el simple hecho de no estar trabajando”, explicó el doctor Del Líbano.
AISLAMIENTO SOCIAL. La nueva herramienta no sólo mide la ansiedad que acompaña a los adictos al trabajo cuando se apartan de su fuente laboral, también mide un aspecto que se sabía que estaba relacionado pero no se había medido: el rechazo a participar en actividades sociales.
Se encontró una relación directa entre necesidad patológica de trabajar y aislamiento social.
“Las personas que se sienten muy satisfechas cuando todos los sistemas de su compañía marchan bien tienen muchísimas dificultades para interactuar en grupos sociales y quizá por la misma causa lo evitan”, explica la presentación de la nueva batería de cuestionarios DUWAS.
La nueva escala ha sido diseñada a partir de las críticas que se habían hecho a las dos herramientas disponibles hasta ahora, llamadas Workbat (Workaholism Battery) y WART (Work Addiction Risk Test).
Los datos de la incidencia mundial de adicción al trabajo cambian de un estudio a otro, pero en países como Japón se ha diagnosticado hasta en 20 por ciento de la población en económicamente activa. En España se ha sondeado entre el 11.3 por ciento y 12 por ciento de la población.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) dice que 8 por ciento de la población económicamente activa dedica más de 12 horas diarias al trabajo, en jornadas de 5 o 6 días. De acuerdo con el mismo cuestionario, si las personas trabajan más de 50 horas en cinco días, están en riesgo de desarrollar adicción al trabajo.
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