La sonrisa

La sonrisa es una importante llave social y rompe el hielo al inicio de una conversación o negociación.

Se ha demostrado que es más difícil decir que no cuando nos sonríen sonríen, esto porque porque la percepción es de que tenemos el control y sabemos lo que estamos haciendo.

Los clientes prefieren volver a donde les sonríen, sonreír nos vuelve más creativos y optimistas además de hacer que la persona con la que hablamos se sienta mucho más cómoda.

La sonrisa elimina tensiones, es contagiosa, es importante para persuadir. Para sonreír empleas 17 músculos, pero para fruncir el ceño empleas 43. Así que, aunque sea por economía facial, sonríe un poco más.  

¿Cuántos indicadores son suficientes?

Kaplan y Norton en su libro sobre Balance Scorecard (BSC) recomiendan no manejar más de 24 indicadores. De aquí la importancia de escoger muy bien los objetivos estratégicos porque de ellos de desprenden 2 o 3 indicadores. 

Si partimos del BSC actual hacia un Management Cockpit, como recomienda Patrick M. George su creador. Este nos resulta en una herramienta muy poderosa para medir la estrategia de la empresa y corregir a tiempo con base en muy pocos indicadores.

Infortunadamente existe la creencia en la alta dirección que a mayor número de indicadores mayor control de la gestión y es precisamente lo contrario.

Con muy pocos objetivos estratégicos (sugiero entre 6 y 8) se generan muy pocos KPIs, 24 como máximo, de este modo se facilita la dirección de la empresa y se tiene un mejor y efectivo seguimiento de la estrategia.