PROPUESTA DE VALOR

La propuesta de valor es una declaración que resume los beneficios y resultados que un producto, servicio o solución ofrece a los clientes o usuarios. Aquí te presento 3 cosas que debe incluir la propuesta de valor:

1. Beneficios clave: Debe destacar los beneficios más importantes que el cliente obtendrá al utilizar el producto o servicio. Estos beneficios pueden ser tangibles (como ahorro de tiempo o dinero) o intangibles (como mejora en la calidad de vida o aumento de la satisfacción).

2. Diferenciación: Debe explicar cómo el producto o servicio se diferencia de la competencia. ¿Qué lo hace único? ¿Qué valor añadido ofrece? Esto ayuda a los clientes a entender por qué deberían elegir tu solución en lugar de otra.

3. Resultados esperados: Debe describir los resultados que el cliente puede esperar al utilizar el producto o servicio. ¿Qué logrará? ¿Qué mejorará? Esto ayuda a los clientes a entender cómo el producto o servicio puede resolver sus problemas o satisfacer sus necesidades.

Al incluir estos tres elementos, la propuesta de valor puede ayudar a los clientes a entender claramente qué les ofrece tu producto o servicio y por qué deberían elegirlo.

La propuesta de valor debe ser relevante, diferente y creíble porque:

Relevante

- Resuelve un problema o satisface una necesidad del cliente.

- Se enfoca en las necesidades y deseos del cliente.

- Es pertinente para el mercado y la industria.

Diferente

- Se destaca de la competencia.

- Ofrece algo único o exclusivo.

- No es una copia de lo que otros ofrecen.

Creíble

- Es realista y factible.

- Está respaldada por evidencia o pruebas.

- Es coherente con la marca y la reputación de la empresa.

Si la propuesta de valor no es relevante, no resonará con los clientes. Si no es diferente, no se destacará de la competencia. Y si no es creíble, no se ganará la confianza de los clientes. Al ser relevante, diferente y creíble, la propuesta de valor puede:

- Atraer y retener a los clientes.

- Diferenciar a la empresa de la competencia.

- Establecer una conexión emocional con los clientes.

- Generar lealtad y recomendaciones.

- Impulsar el crecimiento y el éxito de la empresa.